Cuando el geólogo Henry de la Beche pintó Duria Antiquior, la primera escena sobre el tiempo profundo que tuvo una difusión elevada, se basó en su mayoría en los fósiles que Anning había encontrado, y vendió copias en su beneficio.
Su obra fue fundamental en los cambios que ocurrieron a principios del siglo XIX en las ideas científicas sobre la vida prehistórica y la historia de la Tierra.
Como religiosos disidentes, los Annings se enfrentaron a la discriminación legal y social.
Anning se encontraba en los brazos de una vecina, Elizabeth Haskings, junto con dos amigas bajo un olmo viendo un espectáculo al aire libre, cuando un rayo cayó sobre el árbol.
[5] El matrimonio Anning tuvo por lo menos cuatro hijos más: Henry, 1801; Percival, 1803; Elizabeth, 1804; y Richard, 1809.
[5] El coleccionismo de fósiles se encontraba en boga a finales del siglo XVIII y principios del XIX, primero como un pasatiempo similar a la filatelia, pero gradualmente se fue transformando en una ciencia al irse comprendiendo la importancia de los fósiles para la geología y la biología.
Ahora en una situación financiera segura (aunque aún austera) por primera vez en una década, Anning siguió con el coleccionismo y venta de fósiles, aunque su hermano dedicaba cada vez más tiempo a su nueva carrera como un aprendiz tapicero, dado que prefería trabajar en su sitio cubierto y seco.
Su anterior negocio se había vuelto suficientemente importante en los últimos años para que este traslado fuese cubierto por la prensa local, la cual citó que la tienda tenía en aquel entonces un excelente esqueleto de ictiosauro en exposición.
También diseccionaba animales modernos como peces y sepias para entender mejor la anatomía de los fósiles con los que trabajaba.
[...] Ciertamente es un maravilloso ejemplo de favor divino que esta pobre muchacha ignorante haya sido tan bendita, porque, mediante la lectura y la aplicación, ha llegado a ese grado de conocimiento como para llegar a ese hábito de escribir y hablar con profesores y otros hombres inteligentes sobre este tema, y todos ellos reconocen que ella entiende más de esta ciencia que nadie en el reino.
[19] Unos años más tarde se produjo un escándalo público cuando se descubrió que Hawkins había insertado huesos falsos para hacer que algunos de sus esqueletos de ictiosauros parecieran más completos; los fósiles habían sido adquiridos después por una gran suma por el gobierno para el Museo Británico, sin saber los evaluadores de las adiciones.
Charlotte Murchison y Anning se convirtieron en amigas de toda la vida e intercambiaron numerosas cartas.
[23] También era esgrimido en su contra el origen trabajador de Anning y la situación de su familia como disidentes religiosos, que casi con toda seguridad puede afirmarse que Anning fue sujeta a discriminación en una ciudad conservadora como Lyme Regis.
[7] Más tarde, una joven que a veces la acompañaba mientras ella recogía, escribió: «Mary dice que el mundo la ha utilizado hasta la saciedad... estos hombres de ciencia han chupado su cerebro, y han sacado un gran partido publicando obras, de las cuales ella elaboró los contenidos, sin recibir nada a cambio».
El geólogo Henry de la Beche la ayudó realizando un encargo a Georg Scharf que consistía en hacer una impresión litográfica a partir de su pintura en acuarela Duria Antiquior, la cual retrata la vida en un Dorset prehistórico basado en gran medida en los fósiles que Anning había encontrado.
[27] También por esta época, Anning cambió su asistencia de la Iglesia congregacional local, donde había sido bautizada y en la que ella y su familia siempre habían sido miembros activos, a la iglesia anglicana.
[33][34] Dickens escribió: «la hija del carpintero merecía conseguir la reputación que ella misma se labró» («the carpenter's daughter has won a name for herself, and deserved to win it»).
[9][30] Aunque Joseph cada vez disponía de menos tiempo debido a su aprendizaje como tapicero, Mary siguió buscando y un año más tarde una tormenta provocó un corrimiento de tierras en el acantilado y puso a la vista parte del resto del esqueleto.
Fue adquirido por £27 en 1812 por el lord de una mansión local quien lo dio a William Bullock para que lo mostrara públicamente en Londres.
[36] Esta notoriedad aumentó cuando Everard Home escribió una serie de seis artículos, empezando en 1814, describiéndolo para la Royal Society.
[37][38] Los artículos de Home nunca mencionaron quien descubrió el fósil y en el primero de ellos erróneamente atribuía la esmerada limpieza y preparación del fósil que Anning había llevado a cabo a la plantilla del museo Bullock.
William Conybeare lo denominó Plesiosaurus (casi lagarto) porque pensó que se parecía más a los reptiles modernos que el ictiosauro y lo describió en el mismo artículo de 1821 en coautoría con Henry de la Beche sobre la anatomía del ictiosauro.
Dicha presentación fue realizada en la misma reunión en la que William Buckland describió el dinosaurio Megalosaurus y la combinación causó furor en los círculos científicos.
Fue llamado Plesiosaurus macrocephalus por William Buckland y descrito en un documento de 1840 por Richard Owen.
En 1829 William Buckland lo describió como Pterodactylus macronyx (más tarde llamado Dimorphodon macronyx por Richard Owen), y, a diferencia de muchas otras ocasiones, Buckland confirió a Anning el título del hallazgo en su artículo.
En diciembre de 1829 encontró un pez fósil, llamado Squaloraja, que atrajo la atención porque tenía características intermedias entre los tiburones y las rayas.
También señaló que si tales piedras se rompían, en su interior a menudo contenían huesos fosilizados de peces y escamas, y a veces huesos de pequeños ictiosauros.
El estudio de los coprolitos, cuyos pioneros fueron Buckland y Anning, probaría ser una útil herramienta para entender los ecosistemas antiguos.
[53] Se encuentra junto a otros destacados naturalistas como Carlos Linneo, Dorothea Bate y William Smith.
[55][56]La película Ammonite, de 2020, se basa también en su vida, con Kate Winslet como Mary Anning.