La mayor parte de los materiales limosos y lutíticos han sido transportados en suspensión procedentes del continente.
En la parte más proximal aún pueden existir capas originadas por grandes tormentas, aunque con menor frecuencia que en la zona de transición a las playas.
Los relictos, que representarían, según este autor, un 70% del total, se habrían depositado allí cuando el área en cuestión formaba parte de otro ambiente sedimentario, generalmente más proximal por hallarse el nivel del mar a cotas inferiores a las actuales.
Ello habría ocurrido durante la era Cuaternaria, en que, como consecuencia de las glaciaciones, se produjeron rápidas transgresiones y regresiones.
Los sedimentos relictos pueden ser retrabajados por corrientes marinas y dar lugar a capas de geometría distinta.
En sedimentos antiguos los materiales de plataforma más frecuentes son las margas y arcillas a veces limolíticas, con estratificación paralela, a veces nodulosas por la diagénesis y con fauna característica de este ambiente.
Estos depósitos están caracterizados por presentar tres tipos distintos de facies, que representan entre sí sendos cambios laterales.
La fauna es similar a la de la facies b) pero menos abundante y mejor conservada, con pocos corales o algas.
La facies más proximal, o sea la a), se ha depositado en un medio marino restringido separado del mar abierto por barras.
Este modelo teórico puede asimismo ser aplicado en áreas de sedimentación carbonatada actual, como son el golfo Pérsico y el mar Caribe.
Un arrecife origina tres tipos de facies fundamentales: Como ya se ha apuntado anteriormente, al pie del talud continental se acumulan los materiales depositados en la parte externa de la plataforma continental y que han deslizado por el talud.
Si existe la desembocadura de un cañón submarino, éste construirá su típico abanico deposicional, formado por series dominantemente turbidíticas.