María Cristina de Saboya
Es venerada en la Iglesia católica, habiendo sido beatificada por el Papa Francisco.Mujer muy piadosa, no tuvo una vida fácil en la corte de Nápoles por razones de salud, mas lo soportó todo gracias a su fe cristiana.No tuvo la oportunidad de incursionar en otras injerencias políticas: se dedicó principalmente a acciones de bondad hacia los pobres y enfermos.Mujer de gran mansedumbre, se hizo muy querida por todos y también supo reaccionar inteligentemente a las bromas de su marido: cuenta una anécdota que un día, cuando la reina estaba sentada al piano, Fernando echó hacia atrás su silla riendo, oyendo la respuesta: "Pensé que me había casado con el rey de Nápoles, no con un lazarona".La baronesa Olimpia Savio, la recuerda en sus memorias para el momento de su compromiso: