Durante toda su vida tuvo un gran interés por la guerra, lo que le prodigó mucha atención.
Su padre creyó que era inadecuado para mantener el poder, pero siempre sería amado por sus súbditos por su generosidad.
La joven pareja llevó una vida tranquila, en la compañía de pensadores modernos y políticos.
No fue un innovador pero, sin embargo, promovió muchas obras públicas, así como, por iniciativa suya mejoró los sueldos a gran parte de su administración y las fuerzas armadas.
Victor Amadeo y María Antonia tuvieron doce hijos, tres de los cuales murieron en la infancia: