Manuscrito ilustrado

En la definición más estricta del término, un manuscrito ilustrado es únicamente aquel que ha sido decorado con oro o plata.Sin embargo, el concepto abarca ahora a cualquier manuscrito con ilustraciones o decoración de las tradiciones occidentales e islámicas.La importancia de estas obras no solo está en su valor artístico e histórico, sino también en el mantenimiento del complicado alfabetismo medieval.Los primeros libros impresos fueron a veces confeccionados dejando espacios para miniaturas, o letras capitales decoradas, o decoraciones en el margen, pero la introducción de la imprenta contribuyó al rápido declive de la ilustración.La gente rica a menudo tenía "Libros de Horas" ilustrados, que contenían plegarias apropiadas para distintos momentos del día litúrgico.Sin embargo, el comercio de los textos comenzó a crecer en las grandes ciudades, especialmente en París, Italia y los Países Bajos, y hacia finales del siglo XIV había una significativa industria que producía estos manuscritos, con detalles de la heráldica del comprador, etcétera.Después de que la configuración general de la página fuera planeada (por ejemplo: letra capital, bordes, etcétera), la página era tenuamente marcada con una varilla puntiaguda, y el amanuense comenzaba a trabajar con tinta y una pluma o plumín.El período románico vio la creación de muchas enormes Biblias –en Suecia, una requirió tres bibliotecarios para levantarla.El mundo bizantino también continuó produciendo manuscritos en este estilo, versiones que se expandieron a regiones orientales cristianas y ortodoxas.Los libros del período gótico en particular tenían muchos bordes elaboradamente decorados; una página gótica debía contener importantes zonas y tipos de decoración: una miniatura en el enmarcado, una inicial historiada comenzando un pasaje del texto y un fino enmarcado.La paleta del artista medieval era sorprendentemente amplia: Aunque tradicionalmente la ilustración de manuscritos siempre se ha vinculado de forma exclusiva con los hombres encomendados a esta labor, hallazgos más recientes han sacado a la luz que, tras los muros de los conventos, fueron muchas las mujeres que dedicaron su vida al estudio y a los libros iluminados.Aunque realmente existe gran controversia alrededor de esta teoría y del rol que ejercía, algunas entendidas, como Miner, creen que posiblemente Claricia era una mujer laica de alto rango, y otras, por su parte, rechazan esta hipótesis.En este, Jeanne se describe como “illuminatrix libri jurata universitatis” (iluminadora jurada de libros para la universidad).Son las mujeres iluminadoras más antiguas a las que se les hace referencia en monasterios de los siglos VII y VIII, sin embargo Ende fue el primer testimonio en la historia del arte europeo como creadora de una obra artística.Hay dudas sobre si era una monja o noble, pero se sabe que vivió en Hispania en el siglo X.Según John Williams, el mayor experto en la miniatura medieval española, Ende pudo ser una mujer de la nobleza local como ya se ha mencionado anteriormente, tal vez de León, o una viuda sin herederos que decidió dedicarse al oficio en un monasterio como artista y patrocinadora, así que tenía acceso al scriptorium o lugar donde se hacían las copias de los códices (seguramente un lugar luminoso y amplio), por lo que cedería a Tábara los medios necesarios para su creación: pan de oro, pan de plata, pigmentos disolventes, goma, pinceles, compás, pluma, reglas, etc.La iluminación ilustra las visiones de Juan en el libro del Apocalipsis con un estilo mozárabe.Su obra es de gran importancia puesto que fue la primera mujer en colocar su firma en el colofón del libro, y se encuentra justo después del Abad Dominicus, que era el patrocinador de la obra.Sybilla von Bondorf fue una figura destacada en el campo de los manuscritos iluminados medievales.Lamentablemente no se conocen más detalles sobre B78 al no haber quedado constancia escrita alguna sobre ella por lo que se abren varias incógnitas como la procedencia de un pigmento tan inaccesible en esa época como es el lapislázuli y como llegó a un lugar tan remoto de Alemania.
Según la definición estricta, sólo los manuscritos decorados con oro o plata, como esta miniatura de Cristo en Majestad del Bestiario de Aberdeen (folio 4v), podrían denominarse iluminados .
La decoración de esta página de un Libro de Horas francés incluye una miniatura , letras capitales decoradas y bordes.
Manuscrito ilustrado con xilografía en el siglo XVIII
Un manuscrito ilustrado del siglo XIII , el más antiguo dibujo conocido del asesinato de Tomás Becket .
Claricia colgada de la letra Q
Claricia colgada de la letra Q en el "Salterio de Claricia"
Ilustración realizada por
Ilustración realizada por Jeanne Montbaston y su marido Richard
San Juan con su Evangelio, fragmento de un folio iluminado por Ende
Ilustración realizada a cargo de Hitda
Guda autorretratándose a sí misma en un manuscrito iluminado
Sibylla von Bondorf, del manuscrito iluminado de La Historia de San Francisco