La ciudad de las damas

También utilizará muchas expresiones coloquiales y rasgos de la lengua hablada: «¿Qué más decirte, querida?» (parte I, XLVIII).

Cada una de estas partes está dividida a su vez en capítulos: 48, 69 y 19, respectivamente.

En la primera parte, la Razón (Raison) le ayudará a quitar los juicios negativos sobre las mujeres para construir la ciudad con unos cimientos fuertes y duraderos: las virtudes.

Le dice: «coge la azada de tu inteligencia y cava hondo.

Por donde veas el trazado de mi regla, cava un foso profundo.

«Anda: mezcla con tinta este mortero y usa sin reparos esta argamasa, porque yo te proveeré con gran cantidad de ella».

La Derechura corrige el concepto con ejemplos de mujeres que amaron a sus maridos y actuaron virtuosamente, y señala que no se ocupará de las mujeres malas «porque no representan la naturaleza femenina, sino a su perversión.» (XIII).

Por lo tanto, defender el matrimonio era algo asociado a la defensa de las mujeres.

[13]​ Esta parte se cierra con Christine dirigiéndose a las mujeres y pidiéndoles que oren por ella mientras continúa su trabajo con la Justicia para completar la ciudad.

En la Parte III, la Justicia se une a Christine para «añadir los últimos retoques» a la ciudad, como traer una reina para gobernarla, que será la Reina del Cielo: la Virgen María.

Así que no se puede hablar de una única fuente.

[2]​ Además, cita textualmente el tercer verso del Salmo 87 (86): «gloriosa dicta sunt de te civitas Dei».

Boccaccio afirma que las niñas deben «educarse bien desde la infancia en el hogar de los padres, se les debe enseñar la honestidad y el comportamiento digno de elogio».

Luego, cuando crezcan y sepan lo que es, por su propia voluntad algunas «eligen la vida monástica».

De hecho, como le parece imposible enumerar todas las mujeres, dice: «Si quieres saber más solo tienes que consultar el Speculum Historiale», aunque no nombra al autor.

Miniatura para la obra de Boccaccio
De claris mulieribus : Pánfila. BnF.
Retrato de W. W. Skeat
(1895 o antes).
Cofre con relieves (labor de repujado )
que representan escenas de la historia de la
castellana y el caballero. Museo del Louvre .
Fausta, Evilasio y Máximo martirizados en Cícico
(miniatura del Menologio de Basilio II ).
Miniatura que representa el martirio de Marciana
y pertenece a un manuscrito del s. XV conservado
actualmente en la Biblioteca Nacional de Francia.