Santa Anastasia o Anastasia de Sirmio (Ἀναστασία: "resurrección", a menudo Ἁγία Ἀναστασία ἡ Φαρμακολύτρια, "Santa Anastasia la Sanadora") fue una santa Católica, virgen y mártir que murió en Sirmio.
La tradición católica afirma que su madre fue santa Fausta de Sirmio.
El culto a Anastasia fue originariamente un culto local en Iliria, hasta que Genadio transfiere sus reliquias a Constantinopla en el siglo V, donde es venerada en la iglesia de la Anastasis (la iglesia de la resurrección de Cristo).
Su culto en Roma está atestiguado desde el siglo VI, aunque la cuestión de si es la misma o no ha llegado a enfrentar a la Iglesia ortodoxa con la de occidente y hoy se asume por tradición que no.
En la plaza de Santa Anastasia en la ciudad de Roma, a los pies del Monte Palatino, se construyó a finales del siglo III la extensa basílica de Santa Anastasia al Palatino, que mantuvo una jerarquía eminente entre las iglesias romanas, donde el culto a esta santa fue predominante en el siglo IV entre los santos venerados en Roma en aquella época.