El significado que se le dio en la época precristiana, es decir cuando era una religión perseguida por el Imperio romano, fue considerada como un símbolo de victoria del espíritu sobre lo terrenal y la carne, así como un símbolo del renacimiento y de la inmortalidad.Los llamados mártires, según consta en las actas de los mártires, eran condenados a morir al profesar la fe cristiana, por lo que sacrificaban su vida terrenal y salían vencedores contra los enemigos de la cristiandad.[2] El simbolismo cristiano, presente desde los primeros cristianos está vinculado al Libro de los Salmos, donde se dice que al igual que florecerá la palmera así hará el justo: la palmera produce una inflorescencia cuando parece ahora ya muerta, así los mártires obtienen su recompensa en el paraíso.[5] En el arte paleocristiano, la palma es representada con la misma frecuencia que el ancla y la paloma.Algunas de las representaciones más comunes de la palma del martirio se encuentran en los mosaicos, en los cuales figuran personas que llevan en la mano ramas como referencia a los cristianos que claman victoria al morir por su fe.