Al curarse esta tras rezarle a Águeda de Catania, decidió romper el compromiso de su hija y donase sus riquezas a los pobres,[3] aunque el pretendiente la denunció por ser cristiana.
[5] Se ve a la santa con el cuerpo rotado de tres cuartos y con la mirada hacia el espectador.
Sobre su cabeza porta una corona de rosas en distintas tonalidades;[2] en su mano izquierda sostiene una palma, el atributo iconográfico de los santos mártires, y en la derecha un plato con dos ojos, en el torso se le observa una cuerda que corre desde el hombro izquierdo a la cadera.
La envuelve un manto verde metálico, que se puede apreciar por el juego de luces y sombras.
[2] Sin embargo, el investigador en arte napolitano, Nicola Spinosa, ha estudiado y propuesto que la obra fue ejecutada por Artemisia Gentileschi.