Correggio fue ya un asentamiento romano y, posteriormente, longobardo; sin embargo, su momento de esplendor lo vivirá entre los siglos XV y XVII, en que se convierte en la capital de una pequeña pero próspera signoria, por la que habrían de pasar importantes literatos del Renacimiento, entre ellos Ludovico Ariosto y Torquato Tasso.
Frente al palazzo se encuentra la fachada neoclásica del Teatro B. Asioli.
Siguiendo el corso Cavour se llega a la Basilica di San Quirino, del siglo XVI, proyectada, según algunos, por el arquitecto Jacopo Barozzi da Vignola.
El campanario es del siglo XIV y es, en realidad, todo lo que se conserva de los antiguos muros medievales.
Frente a la basílica se alza el Monumento a Correggio, esculpido por Vincenzo Vela y dedicado al gran pintor Antonio Allegri, conocido universalmente con el nombre de su ciudad de origen.