Monjes griegos le añadieron un monasterio durante el periodo del Exarcado de Rávena y más tarde dedicaron la estructura a Santa Maria in Cosmedin.
Alrededor del año 1700, la estructura pasó a manos privadas, y en 1914 fue adquirida por el gobierno italiano.
El bombardeo aliado sobre Rávena en la Segunda Guerra Mundial ayudó a despejar otras estructuras que la habían invadido por todos los lados, permitiendo a los investigadores que viesen los detalles de su exterior por vez primera.
Como con otros monumentos de Rávena, el suelo original queda a unos 2,3 metros por debajo del actual.
Poco queda de la iglesia original después de su reconstrucción en 1543; algunos historiadores especulan con que los mosaicos originales ya estaban destruidos mil años antes durante su reconstrucción católica debido a que representaban temas arrianos.