Cuatro tribus formaban el centro de la federación: los redarios (redari, redarii, que vivirían cerca del río hipotético "Rada" o sería la traducción de"gente de piel roja"), los circipanios (circipani, situados cerca del Peene superior), los quesinios (kessini, kycini, chizzini, situados en el bajo Warnow) y los tolensios (tholenzi, en el Tollensesee).
A diferencia de estos y otras poblaciones vecinas, los luticios no estaban dirigidos por un monarca cristiano o duque, sino que más bien el poder emanaba del consenso alcanzado en asambleas centrales de las élites sociales.
Después, las tensiones con el imperio menguaron y en 1003 los lutici se coligaron con el emperador contra el duque Boleslao I de Polonia.
Una vez que el sucesor de Boleslao, Miecislao II, fue derrotado en 1033, la alianza se rompió y estalló una guerra germano-luticia que duró hasta 1035, cuando los luticios reanudaron el pago de tributos al imperio, aunque mantuvieron su independencia.
En 1066, los leuticios emprendieron una nueva rebelión, esta vez contra los señores abroditas, durante la cual Juan Scoto, el obispo de Mecklemburgo, fue capturado y sacrificado en Rethra.
Los luticios se convirtieron al cristianismo y en el siglo XIII fueron asimilados por el pueblo alemán durante el Ostsiedlung.
Al menos en parte, los lutici fueron quienes sucedieron a los veleti (wilzi, wilci), que se mencionan en fuentes de finales del siglo VIII y principios del IX y se cree que vivían en la misma región y, según el Geógrafo bávaro (Geographus Bavarus), se organizaban también en cuatro tribus (regiones).
[2] En la segunda mitad del siglo nono, los veletos desaparecen de los registros escritos.
Aplastar la rebelión de los lutici se convirtió en objetivo central del joven rey.
Según los Annales Quedlinburgensis, la primera campaña sajona de 985 siguió una táctica de tierra quemada: «con fuego y matanzas, devastaban la región entera» (totam terram illam incendiis et caedibus devastaverunt), métodos que se aplicarían también en las siguientes campañas.
Según una hipótesis del historiógrafo moderno Gerd Althoff, estas expediciones no tenían como propósito primordial la reconquista, sino más bien la venganza y el saqueo.
En la primera de esas campañas en la que Otón III participó, en 986, tenía seis años.
[21] Los leuticios, que participaban en la campaña, infundieron desánimo en el ejército cristiano al llevar consigo ídolos de sus divinidades.
Después, Boleslao negoció una alianza con nobles cristianos desconocidos en Magdeburgo, contra los luticios, pese a que, al mismo tiempo, instigaba a leuticios y bohemios contra Enrique, según el testimonio de enviados leuticios y bohemios en Ratisbona (Pascua de 1007).
[24] Estos emisario solicitaron un ataque rápido contra Boleslao, pero parte de la nobleza se opuso firmemente a reanudar el conflicto con el polaco.
[26] Fuerzas considerables leuticias participaron en dos campañas de Enrique II contra Boleslao en 1015 y 1017.
Los lutici interpretaron estos sucesos como malos augurios, y se marcharon, decididos a romper la liga con el emperador.
En 1028, Miecislao invadió y taló la zona del río Saale en una campaña que afectó también a los hevelli, aliados de los leuticios.
Ese mismo año, delegados leuticios solicitaron el socorro de Conrado contra el «tirano Miecislao» en un sínodo en Pöhlde.
Por otro lado, Lotario seguía una política expansionista haciendo campaña entre las tribus contra todas sin tener en cuenta los intereses abroditas.
En esta campaña apoyó al margrave de la Marca del Norte, con entre otras cosas 300 caballeros circipanios.
[42] En 1121, Lotario en una campaña contra los kessini, saqueó su baluarte principal, Kessin, y sometió a su príncipe Sventipolk.
Este mismo año, el duque Boleslao III de Polonia hacía campaña en el área del lago Müritz.
En 1127, Kessin volvió a ser saquesada junto con Werle, estsa vez por el príncipe abrodita Sventipolk.
[48] Boleslao Boleslau abortó sus preparaciones para la guerra, y a cambio Wartislao I aceptó la superioridad feudal de Boleslao para su territorio al este del Óder, mientras que para las áreas de los lutici su superior era Lotario.
Los lugares de culto como Rethra eran mantenidos por sacerdotes, y como en su sociedad la política estaba vinculada a las creencias religiosas y no gobernada por un monarca secular, los sacerdotes de Rethra eran extremadamente influyentes.
Dentro del castillo había un templo de madera con cuernos animales, y en este templo había ídolos de divinidades, cada una con un nombre grabado, casco y arnés, con Zuarasici como la divinidad más importante.
[55] Gonfanons (vexilla) de estas divinidades se almacenaban en el templo y solo tenían que dejar el lugar durante una guerra.
Tietmaro escribía esto cuando los lutici eran aliados del emperador, una alianza a la cual se oponía, e incluía su informe en Rethra con el propósito de advertir los alemanes.
También se dirigía explícitamente a los lectores y les recomendaba no seguir el culto de los lutici, sino la Sagrada Biblia.