Juan Luis Vives

Su padre, Luis Vives Valeriola (ex Abenfaçam), fue un pequeño comerciante valenciano que vio confiscadas todas sus propiedades al ser condenado en auto de fe y quemado en la hoguera en 1524,[6]​ por criptojudaizante.

Baltasar Vives, señor de Vergel en 1522 y tesorero nombrado por el rey Carlos I para reunir dinero con el que financiar la guerra contra la Germanías, era tío paterno de Juan Luis Vives.

Sin embargo, los tres años que pasó allí no le fueron muy agradables, y se quejó de encontrar allí instalados a los mismos escolásticos y dialécticos que tanto lo molestaban en Valencia.

[13]​ Vives, que quería mucho a su madre, como señalan los entrañables recuerdos de ella recogidos en sus Diálogos sobre la educación, se vio inmerso en una gran depresión anímica y decidió no volver nunca a España.

Volvió a París y allí escribió su primera obra, El triunfo de Jesucristo.

Sin embargo, pronto se desanimó, ya que añoraba a sus amigos flamencos y la vida académica de Lovaina, en la que destacaba Erasmo de Róterdam, en especial porque allí tenían lugar las discusiones más apasionantes entre los más destacados humanistas europeos.

Su amistad con la reina Catalina le permitió que el 28 de abril de 1525 se le concediera la licencia para importar vino y lana hasta Inglaterra y exportar trigo al continente.

Por ello se considera a Vives la primera persona en Europa en planear un servicio público de asistencia social.

Escribió a un compatriota suyo: Fue brevemente encarcelado, le fue retirada la pensión real y fue expulsado de Inglaterra.

Su libro de Diálogos destinados a la enseñanza del latín se editó en 65 ocasiones entre 1538 y 1649.

En 1539 su salud era ya muy delicada: gotoso desde 1533, padecía además dolores de cabeza y una úlcera estomacal.

Al igual que su amigo Erasmo —quien, recuérdese, no era polímata por rechazar el estudio de las disciplinas externas al estudio del Hombre, como la geometría,[17]​ Vives tampoco es generalmente considerado uno;[18]​ de hecho, José Luis Abellán le denomina, ante todo, "erasmista.

"[19]​ Sus Obras completas han sido traducidas al español por Lorenzo Riber (Madrid, Aguilar, 1948, en dos volúmenes) y en otra edición auspiciada por el Ayuntamiento de Valencia con motivo del quinto centenario de su nacimiento (1992).

Estatua de Luis Vives en el pórtico de la Biblioteca Nacional de España , obra de Pere Carbonell .
Estatua de Juan Luis Vives en el claustro de la Universidad de Valencia , por Josep Aixa Íñigo .