[7] La enfermedad es conocida desde la antigüedad, teniéndose constancia de diferentes personajes históricos que la presentaron, como Carlos V,[8] Fernando VII o Benjamin Franklin.
[cita requerida] De esta planta se extrae el medicamento usado para la gota conocido como colchicina.
El médico griego Hipócrates (Cos, c. 460 a. C.-Tesalia c. 370 a. C.) la citó en sus escritos y realizó algunas afirmaciones en sus aforismos que continúan siendo válidas en la actualidad, como la afección predominantemente en varones después de alcanzar la pubertad.
[9] Galeno (Pérgamo, Grecia, 130-Roma, 200), describió los tofos gotosos y manifestó la importancia de la dieta en la aparición del mal.
[15] Corresponde a la inmensa mayoría de los casos y no existe otra enfermedad que sea la causa del problema.
Otra fuente es la ingesta de alimentos ricos en estas sustancias, como las vísceras y el marisco.
La gota es más común en las sociedades opulentas, debido a una dieta rica en proteínas, grasas y alcohol.
Esta posibilidad debería considerarse para personas con signos de infección o para las que no mejoran con tratamiento.
Para facilitar el diagnóstico, se puede llevar a cabo un análisis del líquido sinovial y un cultivo para identificar los gérmenes responsables.
Los tofos gotosos cuando no se localizan en una articulación, pueden ser confundidos con un carcinoma basocelular,[23] u otras neoplasias.
Por otra parte una dieta baja en calorías en los hombres obesos disminuye por término medio 100 µmol/l (1,7 mg/dl) los niveles de ácido úrico en sangre.
En la forma visceral se producen depósitos de ácido úrico en órganos internos, como el pericardio, pleura y peritoneo.
[41] Los reptiles terrestres incluyendo iguanas, ofidios y tortugas terrestres sufren también la afección, siendo característica la aparición de tofos en áreas próximas a la boca, la enfermedad se ve favorecida en los animales en cautividad por una alimentación inadecuada rica en derivados cárnicos a especies que en su medio natural son vegetarianas.