[1] Su marido fue Luis Vives Valeriola, pequeño comerciante de Valencia y también judío converso.
[1][2] Blanquina murió en Játiva a consecuencia de la peste que se declaró en la ciudad en 1508.
En esta ocasión sí fue condenado a la hoguera y se le confiscaron todos sus bienes.
[2] Las hijas del matrimonio, Beatriz y Leonor, reclamaron el derecho sobre los diez mil sueldos que su madre, Blanquina March, había aportado al matrimonio en concepto de dote, cantidad que aparecía en el balance de los bienes confiscados a su padre.
Para evitar pagar el resto la Inquisición incoó un proceso contra Blanquina -muerta hacía veinte años- por medio del inquisidor Arnau Alberti.