Ley de fugas

Sumado a esto se le da al cuerpo abatido un tiro de gracia, generalmente en la nuca, para asegurar su muerte.

Para dar al asesinato político una apariencia legal, el procedimiento habitual era la falsificación de una denuncia de desafección al bando que fuera, que se lograba muchas veces a la fuerza, mediante torturas o chantaje a otro detenido; con ese pretexto, se encarcelaba y ejecutaba, mediante el «paseo», a la víctima.

Más ampliamente, se utilizaba contra aquellos que mantenían posturas ideológicas diferentes al nacionalcatolicismo y no podían ser condenados a muerte por la vía judicial.

[5]​ En la Guerra contra el narcotráfico, se ha empleado de manera extrajudicial para asesinar a delincuentes.

La Gestapo, policía secreta del Estado nazi, utilizó también este procedimiento en la Segunda Guerra Mundial para ejecutar a presos del ejército aliado que habían intentado fugarse de campos de concentración y habían sido capturados ulteriormente.