Regencia de Urgel

La ofensiva del ejército constitucionalista del otoño-invierno de 1822-1823 encabezado por Francisco Espoz y Mina obligó a los realistas a cruzar la frontera francesa y con ellos también se marchó la Regencia que quedó disuelta.

Al día siguiente se estableció allí la Junta Superior Provisional de Cataluña, que se esforzó por crear un ejército regular y establecer una administración en las zonas del interior de Cataluña ocupadas por los realistas.

Otro de los argumentos utilizados era el escaso apoyo popular que tenía el régimen constitucional.

Así aparecía en el Manifiesto que los amantes de la Monarquía hacen a la Nación Española, a las demás potencias y a los Soberanos del marqués de Mataflorida que circuló por toda Europa: «El pueblo inmóvil y espantado no tomó parte en tal traición [la revolución] que siempre reprobó con indignación silenciosa comprimida por la fuerza».

También se decía que Fernando VII había jurado la Constitución de 1812 porque «se vio obligado en la dura precisión de ceder a sus enemigos para salvar su real persona», y lo mismo había sucedido cuando se había visto obligado a sancionar la ley de reforma del clero regular.

El Manifiesto acababa haciendo un llamamiento a las potencias europeas para que intervinieran en España y restauraran el absolutismo.

[17]​ El conde de Villèle, jefe del gobierno francés que había prestado un considerable apoyo a las partidas realistas, dirá: «los realistas españoles, ni que les ayuden otros gobiernos, no podrán hacer jamás la contrarrevolución en España sin el socorro de un ejército extranjero».

Grabado de la Seo de Urgel amurallada de 1847.
Jaime Creus , arzobispo de Tarragona , uno de los tres miembros de la Regencia de Urgel .