Vicente de la Fuente

Obtuvo siempre en los exámenes la primera nota némine discrepante.

Entonces pasó a estudiar ambos derechos en Madrid y se doctoró además en Teología.

Fue rector del colegio complutense de Málaga entre 1838 y 1842, correspondiéndole la penosa responsabilidad de cerrar la centenaria fundación del obispo Moscoso.

Destacó por su defensa del catolicismo y de la tradición española.

Luis Araujo Costa lo definió ideológicamente como «ultramontano, como Golmayo y el americano don Justo Donoso».

Según Araujo, para Fuente el hecho de no nacer en España era «pecado imperdonable».

Caricaturizado por Ramon Miró en La Esquella de la Torratxa (1886)