Tras su muerte recibiría diversos homenajes y títulos: Hija Predilecta de Madrid, una calle, así como su nombre a colegios e institutos y a la estación de Atocha.
También se le concedió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.
Siendo hija y nieta de «escritores de poesía aficionados», afirmó que nunca se ha dedicado a otro género que no fuera el narrativo, género por el cual sentía «una gran pasión y a la vez una gran frustración».
La llevó al cine Bigas Luna al año siguiente, con un guion escrito con Almudena Grandes por el que ambos fueron nominados a los premios Goya en 1991 en la categoría de Mejor Guion Adaptado.
[8] El libro tuvo un gran éxito y se tradujo a más de veinte idiomas.
[9] El desmedido éxito de su primera novela, según declaraciones de la autora, «le regaló la vida que ella quería vivir y jamás podrá saldar esa deuda».
[10] Su siguiente novela, Te llamaré Viernes (1991), ya apartada del género erótico, no tuvo gran repercusión.
Sí la tuvo, en cambio, Malena es un nombre de tango (1994), que Gerardo Herrero adaptó al cine en 1996.
Asimismo, la autora proyecta los hechos narrados y sus consecuencias hasta 1977-78 en unos epílogos redactados con voz propia.
[3] Inés y la alegría, que inició la serie en 2010, obtuvo en México el Premio Elena Poniatowska.
La última, sin publicar en el momento de su fallecimiento, se titula Mariano en el Bidasoa.
Según declaraciones de la autora, el franquismo fue una dictadura prototípica debido a su certera aplicación progresiva del terror; se sembraba toda esa represión desde el gobierno para que nadie se moviera ni quisiera cambiar las cosas.
[24] En su opinión, la literatura "da alas y eleva a los lectores sobre la realidad"; por eso, dice haber aprendido muchas cosas en la vida, pero aún más, en los libros que ha leído.
Estas obras marcaron el apego que sintió la autora por personajes del arquetipo de superviviente, no necesariamente náufragos, sino personas que sobreviven arreglándoselas de un modo u otro, frente a los héroes, antihéroes, etc.
[6] Almudena Grandes fue columnista habitual del diario El País y contertulia en los programas de la Cadena SER.
[31] Pío Moa criticó esta afirmación burlándose de la autora en el periódico Libertad Digital.
El párrafo en cuestión dice textualmente: «Un tribunal ha constatado la muerte de Franco.
En 1974, al morir en su cama, recordaría con placer inefable aquel intenso desprecio, fuente de la suprema perfección.