Fiestas de San Isidro Labrador

Este festejo incluye romerías, verbenas, atracciones y diversos espectáculos tradicionales definidores del «casticismo madrileño».

La devoción del Santo que tuvo Carlos III hizo que los restos fueran trasladados (por quinta vez) al Colegio Imperial y ya justo antes de su muerte solicitó que los restos de Isidro y su mujer fueran trasladados a la cámara real.

Veinte años después esta ermita recibe la ocupación de los franceses en la que desaparecen numerosos objetos donados por los reyes.

Los múltiples puestos en los alrededores vendían las tradicionales rosquillas del Santo.

[5]​ Son igualmente tradicionales los "torraos" y las garrapiñadas, las manzanas caramelizadas, los encurtidos, los escabeches.

Recuerda el escritor Benito Pérez Galdós en su obra "Mayo y los Isidros" que era costumbre viajar a Madrid en esta celebración, de esta forma la capital se llenaba de extranjeros recorriendo las calles.

En la actualidad las celebraciones se reparten por toda la ciudad; tanto el Ayuntamiento como entidades privadas como las casas regionales con domicilio social en Madrid organizan bailes regionales en la Plaza Mayor, semanas gastronómicas, verbenas de barrio, ferias taurinas, actos religiosos, actos deportivos como regatas en el río Manzanares, etc. Cada 15 de mayo es costumbre que los madrileños se reúnan para comer en la famosa pradera y beber el agua que sale del caño de la ermita.

En el caso de Filipinas, las fiestas en honor a San Isidro, que son especialmente populares en la Provincia de Quezón, aunque difieren sensiblemente de las españolas, ya que los filipinos, por ejemplo, no se visten de "chulapos" o "chulapas", dado que esta costumbre apareció en España a mediados del siglo XIX, no pudiendo llegar a alcanzar demasiado arraigo en Filipinas.

La pradera de San Isidro de Francisco de Goya
Las rosquillas del santo en un óleo de Ángel Lizcano (hacia 1890).
«En San Isidro» de Huertas (1906)
Surtido de las rosquillas de San Isidro . En orden de izquierda a derecha: listas, tontas , francesas y de Santa Clara .
Madrileños almorzando en la pradera durante las Fiestas de San Isidro.