Se basa en una obra que el propio Barbier y Michel Carré habían escrito sobre cuentos de E. T. A. Hoffmann.
Barbier, junto con Michel Carré, había escrito una obra, Les contes fantastiques d'Hoffmann (Los cuentos fantásticos de Hoffmann), producida en el Teatro Odeón de París en 1851, que Offenbach había visto.
Otros estrenos locales son el de Buenos Aires en 1894 y San Petersburgo en 1899.
[9] En España se representó por primera vez en 1905, en el Teatro Eldorado de Barcelona, cantada en español.
Lindorf canta el aria Dans les rôles d'amoureux langoureux - "En los papeles".
Hoffmann, al principio tiene un aire reflexivo, pues acaba de oír a Stella cantando en Don Giovanni.
Il ètait une fois à la cour d'Eisenach - "Érase una vez en la corte de Eisenach-, una historia cómica sobre un enano, Kleinzach, pero su inspiración romántica le lleva, en medio de la canción, por otro camino, y canta su afán en pos del amor.
Poco después Hoffmann ve a Lindorf, que se burla de él; Hoffmann reconoce en Lindorf las fuerzas del mal, que siempre le han acosado, y ambos intercambian insultos.
Hoffmann se enamora de ella, sin saber que es una muñeca mecánica (Allons!
Regresa Spalanzani, y, sin ser oído por Hoffmann, Coppelius le reclama la parte que le corresponde de lo que Spalanzani ha ganado o gane con Olympia, pues los ojos los hizo Coppelius.
Spalanzani paga a Coppelius con un cheque librado contra un banquero que está en bancarrota.
Llega ahora Coppelius; ha comprobado que el cheque de Spalanzani no tiene valor y viene dispuesto a vengarse; se oculta.
Al mismo tiempo, Coppelius aparece y se lleva a Olympia, como castigo porque Spalanzani le ha birlado sus honorarios; se oye un ruido de maquinaria rota: Coppelius ha destrozado a Olympia.
Antonia ha heredado de su madre su bella voz; sentada ante un clave, canta una triste canción: Elle a fui, la tourterelle - "Ha huido la tortolita".
Cuando se marcha, Frantz canta Jour et nuit - "Día y noche"-, una canción cómica.
Hoffmann escucha la conversación y así descubre que Antonia puede morir si canta demasiado.
Y como si oyera el mandato de Miracle, Chantez ("Cantad"), Antonia escucha entre bastidores su propia voz.
A regañadientes, Antonia accede al deseo de su amante (Je ne chanterais plus - "No cantaré más").
Hoffmann canta un alegre brindis (Amis, l'amour tendre et rêveur - "Amigos, el tierno amor").
Mientras tanto, Hoffmann se encuentra con Giulietta y no puede resistirse a ella (O Dieu!
Hoffmann le dice a Dapertutto que su amigo Nicklausse vendrá y lo salvará.
Dapertutto prepara un veneno para librarse de Nicklausse, pero lo bebe Giulietta por error y cae muerta en los brazos del poeta (Escena: Que vais-je faire?
Nicklausse se revela como la Musa su dueña (Escena: Et moi, la fidèle amie?
En este momento, Stella, que se ha cansado de esperar a Hoffmann, entra en la taberna y lo encuentra borracho.
Algunos estudiantes entran en la habitación para seguir bebiendo, mientras Stella y Lindorf se marchan juntos.
Como resultado, pronto aparecieron diferentes ediciones de la ópera, algunas con poca semejanza con la obra auténtica.
En este aspecto, un hito fue la edición de Michael Kaye del año 1992, pero luego música auténtica adicional se encontró y publicó en 1999.
Curiosamente, el aria no fue escrita por Offenbach pensando en Los cuentos de Hoffmann.
Ernest Guiraud completó la partitura y escribió los recitativos para el estreno.
La barcarola se ha usado en muchas películas, incluyendo La vida es bella y Titanic.