No obstante, cuando el rey es herido en un accidente de caza indirectamente causado por Ana, se decide que sea precisamente María la encargada de curarle, más tímida y dulce, María tiene éxito donde su hermana no lo ha tenido y conquista al rey.
Sintiéndose despechada, entonces Ana decidió conseguir su objetivo casándose secretamente con un noble Inglés: Enrique Percy, heredero a un ducado.
Estos no dudan en tomar severas medidas: la boda se deberá mantener en estricto secreto puesto que Henry Percy estaba comprometido con otra mujer: Maria Talbott y además el matrimonio de un aristócrata lo debe aprobar el monarca.
Además, padre y tío, furiosos ante la irresponsabilidad que ha demostrado Ana, la envían sin demora al exilio de la corte francesa.
No obstante, a las pocas semanas, María casi pierde al bebé y el médico de palacio le prescribe completo reposo.
Sigue rechazando los avances del Rey hasta que este le promete casarse con ella.
En este contexto, Ana pierde su segundo bebé y, desesperada ante la presión que recibe del rey para darle un heredero y la tensión política que se vive en Inglaterra, le propone a su hermano George cometer incesto.
Con lo cual, ya no tenían la misma atmósfera que durante el reinado de Enrique VIII.
Pese a este inmenso escenario natural, el aspecto envejecido que requería Justin Chadwick solo se podía obtener construyendo decorados.
La mayoría coincidieron en que esta no era una simple película histórica sino, ante todo, una drama moral sobre la ambición humana y sus límites.
Según cuenta ella misma: "Cuando llegué al rodaje me encontré un grupo de lectura.
Todos los actores del reparto estaban leyendo, no sólo mi novela La otra Bolena sino también muchas de mis otras obras sobre los Tudor.
Especialmente, el libro de Scarlett se encontraba medio roto y con anotaciones en casi todas las páginas".