[17] Además, otros españoles durante ese siglo fundan asentamientos en Primera Angostura, Ciudad Nombre de Jesús y Ciudad del Rey Don Felipe, posteriormente conocida como el puerto del Hambre debido a la muerte de sus habitantes por escases de comida, al haber plantado semillas en las estaciones opuestas (al desconocer aquello del hemisferio sur).
El padre Mascardi durante cuatro años misionó entre los indígenas de la zona, que no eran solamente poyas, sino también pehuenches y puelches.
Pero, una vez que intentó regresar brevemente al Chile Antiguo, los guías se negaron a conducirlo hasta ese destino, para no verse privados de su presencia.
[19] En 1768 el capitán general Ambrosio O'Higgins, elevó una carta dirigida al Consejo de Indias solicitando con urgencia que se le autorizase el poder fundar asentamientos en la costa patagónica atlántica para poder tomar posesión de la zona y evitar que naciones extranjeras como Gran Bretaña se adelantasen, textualmente "atendiendo a la defensa interior del Reino".
Ambrosio planteó construir un camino entre la zona sur del Chile antiguo y Buenos Aires con el objetivo de promover el comercio entre estos dominios y así además poder incorporar en mayor medida a los indígenas pampas.
[24] Este mapa muestra la Patagonia dentro del Reino de Chile, anotando allí: "Chile Moderno que los geógrafos antiguos llamaron Tierra Magallánica, de los Patagones y los Césares, tan celebrada del vulgo cuanto no hay en estos países naciones más crecidas y numerosas que los Aucas, Puelches, Toelches y Serranos de quienes dimanan otras parcialidades que tratan con los españoles".
Paralelamente, los influyentes ciudadano argentino José Lisandro Calle, Vicente Gil y Casimiro Recuero[64] buscaron acercarse al ministro Diego Portales, sin embargo, éste rechazó la oferta, argumentando que tal anexión habría sido una gran responsabilidad de una provincia situada al otro lado de los Andes.
Entre los años 1941 y 1943 se llevó a cabo la reconstrucción del fuerte, reinaugurándose en el año 1943.
[74] El gobernador quiso explorar, poblar y hacer a la Patagonia austral producir riquezas.
Entre 1852 y 1855 ambos países sostuvieron un debate histórico-geográfico de gran minuciosidad, acumulando un importante acervo documental destinado a probar sus respectivas reclamaciones.
[1] El ministro Antonio Varas al conocer los estudios históricos publicados por Miguel Luis Amunátegui en 1853, los consideró como una revelación, sin embargo, el gobierno no divulgó tal conocimiento ni instruyó a los funcionarios públicos al respecto.
Algunos años más tarde, Rudolph Hauthal, adscrito a la Comisión Argentina de Límites, se encontró con el glaciar, y decidió nombrarlo «Bismarck» en honor al entonces canciller prusiano.
En 1848, el gobierno chileno invitó al argentino a un estudio comparado de los derechos soberanos sobre la Patagonia.
Ambos concordaron en que el oriente del estrecho debía corresponderle a la soberanía de la Argentina.
Allí tuvo su segundo encuentro con Casimiro, ahora este último con el título de Cacique.
[90] En ese mismo año, llega una partida de indígenas a Punta Arenas, antiguos conocidos del gobernador, portando una bandera argentina (hasta esa ocasión habían ingresado con la chilena).
Intentó hacer tierra en la entrada del mismo para colocar la baliza, pero furiosos temporales se lo impidieron, por lo que pone rumbo nuevamente hacia Punta Arenas.
Advertido Viel, este ordenó desarmar la construcción y obligó al marino argentino a retirarse del paraje.
Allí se entrevistó con Casimiro, a quien le advirtió que esté atento ante próximos movimientos de las autoridades puntarenenses.
Ibáñez envió notas al embajador argentino en Chile, Félix Frías argumentando que el estrecho de Magallanes es de gran importancia para Chile, "no solo para el progreso y desarrollo, pero también para su existencia como nación independiente".
Lastarria no creía que Chile debiese a poseer esos territorios y, dadas sus convicciones americanistas, veía con muy malos ojos caer en una guerra por ellos.
[101] Otros políticos y académicos chilenos de esa época, entre ellos Diego Barros Arana[11] y Benjamín Vicuña Mackenna desconocían el valor de esos terrenos en cuanto a recursos naturales y fertilidad del terreno, el cual se descubriría posteriormente a la disputa territorial, considerando que la Patagonia no valía un conflicto con Argentina con base en los recorridos de Charles Darwin entre 1833 y 1835, en los cuales dijo "esta tierra está bendecida por la esterilidad", sin embargo, se refería exclusivamente a la parte extra-andina de la región.
La propuesta está trazada con línea roja y es de hecho muy semejante a la que es hoy día el límite entre los dos países.
Este mapa lleva la firma del ministro y se encuentra en la Biblioteca Nacional de Chile.
El "límite legítimo" del mapa, es decir, la interpretación argentina del Tratado de 1856, está trazado con una línea azul y corre al oeste de Punta Arenas, dejando a esta ciudad en territorio argentino.
En 1878 el hoy famoso marino chileno, Arturo Prat, es enviado a Buenos Aires como espía[107][108] y constata que el ánimo del público argentino es favorable a una guerra por la Patagonia Oriental, ya que se creía llena de recursos naturales útiles.
En diciembre del mismo año, dos veces visitó Buenos Aires, donde estableció contactos y se encontró brevemente con el presidente Nicolás Avellaneda.
[115] Durante su misión, entregó una serie de datos militares y navales argentinos solicitados por el gobierno chileno.
Argentina previamente en 1878 creó la gobernación de la Patagonia, posteriormente, en 1884, se sanciona la Ley de Territorios Nacionales (ley 1532), surgiendo así los territorios patagónicos con nombres propios: Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
[123] El jurista argentino Dalmacio Vélez Sarsfield, afirmó en un momento que la Patagonia Oriental pertenecía inherentemente al corregimiento de Cuyo durante el imperio Español,[124] región que sí fue transferida expresamente por la Corona al recién creado virreinato de la Plata, en 1776.