Más tarde declararía que hasta el momento nunca había leído ningún documento antiguo sobre temas científicos.
Muchas sustancias, al ser calentadas, presentan la tendencia a separarse en los elementos que la componen.
En aquellos tiempos, una mezcla de agua y alcohol era clasificada como un compuesto químico.
El agua y el alcohol no se separan espontáneamente, pero pueden ser separados por medio del calentamiento.
Pero, por otro lado, si el químico creyera que las teorías de la atomicidad de la materia son falsas, todos los compuestos cuyos elementos se combinaran en proporciones fijas serían considerados anomalías que podrían ser explicadas en algún momento posterior, y todos los compuestos cuyos elementos pudieran ser combinados en cualquier proporción presentarían la conducta habitual de un compuesto.
Pero si nos atuviéramos a pensar el problema utilizando solamente el conocimiento disponible en ese momento, ambos serían defendibles.
A medida que las observaciones astronómicas se hicieron más precisas, la complejidad de los mecanismos cíclicos y epicíclicos tolomeicos debió incrementarse para hacer coincidir lo más ajustadamente sus cálculos con las posiciones observadas de cada planeta.
Carecía de equipamiento para confirmar objetivamente su conjetura, pero sugirió que sin fricción que frenara al móvil, su tendencia inherente es mantener una misma velocidad sin necesidad de aplicarle ninguna fuerza adicional.
El enfoque tolomeico, que utilizaba los ciclos y epiciclos, comenzó a presentar problemas: el constante crecimiento en complejidad que se requería para dar cuenta de los fenómenos observables parecía no tener fin.
Kuhn dice que los científicos pasan la mayor parte de su carrera (si no toda ella) resolviendo acertijos.
Pero a pesar del número o gravedad de anomalías que persistan o se acumulen, los científicos no pierden su fe en el paradigma mientras no exista una alternativa convincente; perder la fe en que todo problema tiene una solución equivaldría a dejar de ser un científico.
El nuevo paradigma propuesto parecería poseer numerosas anomalías, en parte debido a estar aún incompleto.
Existen numerosos ejemplos en la historia de la ciencia en los que la confianza en el marco conceptual establecido fue posteriormente corroborada.
Es casi imposible predecir si las anomalías del nuevo paradigma propuesto podrán ser resueltas.
Aquellos científicos que sean excepcionalmente hábiles para reconocer el potencial de una teoría, serán los primeros en preferir el nuevo paradigma.
Si los individuos de una comunidad precientífica logran un amplio consenso sobre métodos, terminología, y la clase de experimentos que pueden contribuir a mayores descubrimientos, da comienzo la segunda fase, o ciencia normal.
Las nuevas teorías no serían, por tanto, meras extensiones de las antiguas, sino que conformarían visiones del mundo radicalmente diferentes.
Scheffler sostiene que Kuhn confunde los significados de términos como "masa" con sus referentes.
Si bien sus significados pueden diferir muy bien, sus referentes (los objetos o entidades a las que corresponden en el mundo externo) permanecen fijos.