Legolas

Sus principales acciones se desarrollan durante y después de la Guerra del Anillo.

Caminaba con pasos ágiles y sus pies prácticamente no tocaban el suelo.

Parecía no dormir, simplemente descansaba con los ojos semicerrados con sus pensamientos perdidos en cosas bellas.

Esto suponía un peligro ya que el fugitivo podía dar cuenta de la existencia del Anillo a Sauron; puesto que ese ardid había sido planeado por alguien más inteligente.

Allí les quedó en claro a todos que no fue por casualidad, sino por obra del odio del cruel Caradhras; obligándolos a retroceder y buscar el camino más temido por Gandalf, las Minas de Moria.

Posteriormente, en Acebeda, se vio su calidad de arquero cuando agotó las flechas disparando certeros dardos contra los lobos, El arco de Legolas cantaba, y la última flecha mató a un Jefe Lobo; a la mañana siguiente recuperó todas las flechas pues los cadáveres de los lobos habían desaparecido.

Como sea, no quedaba otro camino que el de la Mina y todos se vieron obligados a emprenderlo; y Legolas no se amilanó, más aún tuvo una destacada participación en los episodios dentro de Moria.

Sólo la aparición del Balrog le infundió terror, pues el Balrog es el mayor enemigo de los elfos, "tan sólo superado por aquel que habita en Mordor", según sus propias palabras.

Haldir ya tenía noticias del viaje de Frodo y por eso los ayudó.

El conflicto entre los Enanos y los Elfos apareció nuevamente cuando entraron al territorio de Lothlórien, Haldir le solicitó a Gimli que se vendara los ojos, a lo que el enano se negó rotundamente.

Durante el tiempo que estuvieron en Lothlórien, Legolas no estuvo junto al resto de la Compañía, pasó mucho tiempo hablando con los Galadhrim y visitando distintos lugares del élfico bosque; e incluso llevó, en varias oportunidades, al enano en sus recorridas; esto les sorprendió a muchos, pero marcó el inicio de esa amistad duradera y profunda entre ellos.

La Compañía partió con el corazón desolado, ninguno volvería a ver Lórien.

Legolas no presenció la muerte de Boromir, había ido con Gimli en busca de Frodo y en el camino lucharon contra muchos Orcos, tanto que al Elfo se le agotaron las flechas.

Descubrió los cadáveres de los orcos muertos en la refriega por las cosas que había dejado Pippin.

El encuentro con Éomer no fue del todo feliz, en un principio, puesto que Legolas, demostrando la naciente amistad con Gimli, casi abate al Capitán de los Rohirrim, cuando este pronunció palabras sobre el enano que lo molestaron.

El reencuentro con Gandalf fue una de las cosas que más felicidad causó en todos.

Gandalf fue también portador de mensajes de la Dama Galadriel para todos, y a Legolas le mandó el siguiente mensaje: Legolas mucho tiempo bajo el árbol en alegría has vivido.

Los tres atravesaron los Senderos de los Muertos, el que menos temor tuvo en esa travesía, fue Legolas porque no le temía a los muertos; pero no pudo evitar, más de una vez, que lo sobrecogieran algunas visiones, y más de una vez debió utilizar todo su arte élfico para contener a los aterrorizados caballos que se negaban a recibir órdenes.

Legolas quedó admirado de Aragorn: y se dirigieron al norte por el «Río Grande» cuando ya había comenzado el sitio de Gondor y llegaron justo a tiempo para participar en la Batalla de los Campos del Pelennor y contribuir a dar vuelta el resultado adverso, que hasta ese entonces había tomado la batalla.