Fue ministro plenipotenciario en Ecuador entre 1857 y 1858, correspondiéndole elevar la protesta del Perú por el convenio firmado por el gobierno ecuatoriano con sus acreedores ingleses, por el que se cedía a estos territorios peruanos fronterizos.
Cavero, a su llegada a Quito, recibió muestras de hostilidad de parte del gobierno ecuatoriano, no recibiendo el saludo del presidente Francisco Robles, por lo que en respuesta escribió una carta al canciller ecuatoriano, donde exaltadamente le dijo: Sus expresiones nada diplomáticas le ganaron aún más ojeriza de parte del gobierno ecuatoriano.
Por entonces, el Ecuador intentó saldar su deuda de la Independencia con sus acreedores ingleses otorgándoles extensos territorios en la selva amazónica, que según el Perú, incluían territorios peruanos en la zona de los ríos Pastaza y Bobonaza.
Cavero trató de agotar todas las medidas conciliatorias posibles, aunque en algunas ocasiones se extralimitó en sus declaraciones.
Sin embargo, este tratado fue después rechazado por ambos gobiernos y la solución al litigio fronterizo quedó pendiente.