Juan Alcaide

Enseñó durante un tiempo en Valdepeñas y en 1930 publicó Colmena y pozo, su primer libro de poemas, costeado por suscripción popular e ilustrado por el pintor Gregorio Prieto, también valdepeñero, donde son patentes las influencias de Antonio Machado y Federico García Lorca; recibió los elogios del primero en una carta al enviarle un ejemplar: "Es usted un verdadero poeta".En 1933 apareció Llanura y en 1934 le concedieron el traslado a Puerto Lápice (Ciudad Real).Según Francisco Gómez-Porro, "patético y revelador documento en el que manifestaba su rechazo a los desmanes de la "furia roja" fue el Pliego de descargos que dirigió a dicha comisión".En este libro es visible la exaltación patriótica y religiosa característica de la época.Carta circular de la Poesía, editada en Madrid (1950-1956) y en Poesía Española (1952-1971), pero evolucionó hacia los contenidos existenciales de la desarraigada al igual que Luis Rosales, Dionisio Ridruejo y otros.La lírica de Juan Alcaide, en palabras de Ángel Crespo, "no tenía nada que envidiar a la de Miguel Hernández", si bien, según el mismo crítico, no llegó a trascender los estrechos límites en que fue concebida (Ángel Crespo le reprochó siempre no haber apoyado con suficiente fuerza el Postismo que él intentó impulsar en Ciudad Real y para lo cual recabó su ayuda).Si bien casi toda su obra hunde sus raíces en La Mancha, con la que el autor se identifica conscientemente («Tierra manchega, mi cuerpo; / el río Guadalquivir / y el Jabalón van por dentro», llega a escribir, por ejemplo, en un poema titulado «Autorretrato»), según señala oportunamente Víctor García de la Concha en La poesía española de 1935 a 1975, Juan Alcaide «está reclamando una lectura que trascienda su fácil clasificación como poeta manchego».