Con 25 años comienza sus primeros pasos con versos dedicados a su novia Teresa, más tarde su esposa, de quien tendrá tres hijos.
En 1964 asiste a las Reuniones Literarias de Ruidera de la mano de Pascual Antonio Beño y escribe versos con una temática afín a la del también poeta manchego Juan Alcaide: el paisaje y campo manchego en que se crio y educó, sus hijos, el Sol, la Navidad y, por último, la Esperanza que irá iluminando el lado oscuro de la vida, Participó en la Primera Antología del Grupo Guadiana, Poesía, grupo este que llegó a dirigir, así como su revista, Manxa, que abrió a todos los poetas de Hispanoamérica.
Como director, animador y gran artífice de dicha revista se le reconocerá en el núm.
Hasta la aparición de un nuevo libro en 1991, colabora con varios poemas en homenajes a diversos poetas.
Vicente continua colaborando con algunos poemas en varias revistas y periódicos de los que era asiduo, como Arquero o Lanza.