Jesús Manuel Jáuregui

A su lado en la iglesia ejercía el oficio de monaguillo y en la casa cural colaboraba en los quehaceres del hogar.

Luego, en 1864, se trasladó a Mérida, donde empezó su carrera sacerdotal en el Seminario Conciliar de San Buenaventura, siendo presidente del país Juan Crisóstomo Falcón.

[2]​ Una vez hecho sacerdote desarrolló una agenda social que lo llevó a residir en varias ciudades del occidente venezolano.

[5]​ También exploró grutas y adoratorios indígenas para documentar sus reliquias e idioma nativo.

Constituida la junta, Jáuregui comenzó la recaudación de fondos y dio inicio a los trabajos.

«Caracas, Mérida, Calabozo y Barquisimeto, con la sola excepción del obispado de Guayana, lo intentaron.

[11]​ Aun así, Jáuregui decidió intentarlo también y por ello elevó su petición al obispo Román Lovera, quien finalmente lo autorizó, una vez que se dio cuenta del buen funcionamiento del instituto, a propósito de una visita que realizó a La Grita en diciembre de 1884.

Años más tarde, no obstante, los salesianos llegaron a la localidad cercana de Táriba.

Antonio M. Buhagiar a Santo Domingo, República Dominicana, en fecha 26 de mayo de 1891, señalaba lo siguiente:Me consagré a la Dirección del Seminario Sagrado Corazón de Jesús que he fundado en esta ciudad (...) y que la providencia sostiene y bendice todos los días, como lo demuestra el desarrollo y general aprobación que va alcanzando.

[18]​ Contaba con aulas espaciosas, dormitorios, jardín botánico, un pequeño museo, oficinas y oratorio.

En total, se graduaron alrededor de 1500 jóvenes en esa casa de estudios, dentro de los cuales puede contabilizarse 54 sacerdotes (entre ellos los párrocos: «Pedro María Morales en Lobatera, Ramón Mora en Seboruco, Ignacio Moncada en Queniquea, Lucio Becerra en Michelena, Bernabé Vivas en Santa Ana, Maximiliano Escalante en La Grita, José del Carmen Reina en San Antonio, Juan de La Rosa Zambrano en El Cobre, Escolástico Duque, Apolinar Granados, Adonaí Noguera, Ramón Angulo, Amable Escalante, Mons.

Buenaventura Vivas en distintas parroquias de Mérida»[21]​); 33 doctores (entre quienes figuran: «Diógenes Escalante, Antonio Rómulo Costa, Emilio Constantino Guerrero, Abigaíl Colmenares, Gerónimo Maldonado, Pedro María Parra, Antonio Quintero, Vicente Dávila y Francisco Baptista»[22]​); 21 generales de la fuerza armada («entre ellos: Jesús Gandica, Régulo Olivares, Román Delgado Chalbaud, Eleazar López Contreras y Rafael Ontiveros»),[22]​[23]​ además de otros tantos bachilleres, entre quienes destacan por sus aportes: «Epifanio Mora, Eliseo Mansilla, Félix Román Duque, Miguel Escalante, Román Chávez, Jesús María Nieto, Ramón Vera García, Fidel Orozco, Ramón Dávila, Ulises Pulido y Ángel María Duque».

Al saber Castro que se aproximaba un numeroso ejército del Gobierno al mando del general Antonio Fernández, decidió abandonar San Cristóbal y movilizó sus hombres hacia Borotá, Palo Grande y Mochileros.

Así pues, partió de la Grita y se entrevistó en primer lugar con el Gral.

Jáuregui iban al centro a cerciorarse, entre otras cosas, de que el país estaba en paz.

Fernández sobre esta proposición, pero creyendo que la rechazaría, dada su considerable ventaja tanto en hombres como armamento, se detuvo en Lobatera y desde ese lugar escribió a Castro para informarle que no iba a ejercer la mediación en los términos planteados, pues sus condiciones las consideraba inaceptables, y le insistió en capitular.

Con este propósito tramitó su renuncia al curato y vicaría de La Grita[34]​ y viajó a Maracaibo para embarcarse, pero allí tuvo que detener su viaje a causa de la cuarentena por viruela que había en el país, por lo que se quedó prestando sus servicios durante un tiempo junto al obispo del Zulia, Mons.

A su regreso, el papa León XIII lo nombró protonotario apostólico ad instar participantium.

El 8 de septiembre del mismo año fue a París y junto al padre Eugenio Prévost y al padre Juan Darracq, fundó el primer cenáculo de la recién creada Congregación de la Fraternidad Sacerdotal,[39]​ a la cual se había unido un mes antes, institución constituida para acoger a sacerdotes indigentes, enfermos y ancianos retirados del ministerio.

Al poco tiempo, el Gobierno francés, en una acción anticlerical, clausuró dicha organización y expulsó a Mons.

Son varias las obras escritas del sacerdote trujillano de las cuales se tiene constancia.

Este texto es una descripción histórica, geográfica, botánica, demográfica, mineralógica y etnográfica del entonces Estado Guzmán, hoy Mérida.

He aquí algunas palabras del dialecto que hablaban: Zué, Sol; Chía, Luna; Manche, Espíritu; Mapula, Cielo; Bura, Maíz; Inde, Sí; Areschis, Baile».

(sic) Padre Juan Pérez, el amigo de Colón, la primera Misa, y (...) ¡prima inter primas!

(...) se lanzó también, en su día, el primer grito de Libertad é (sic) Independencia en nuestra Nación.

Jesús Manuel Jáuregui Moreno ha recibido honores y tributos tanto en Venezuela como fuera ella.

[52]​ Los Gobiernos de Niquitao, Trujillo, Mucuchíes, Mérida, La Grita y San Cristóbal organizaron sesiones solemnes en su honor.

[53]​ Por último, el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, fundado por Jáuregui, sigue funcionando hoy en día en La Grita como instituto de educación básica y media diversificada, perteneciente a la Asociación Venezolana para la Educación Católica (AVEC).

En dicha institución se conmemora anualmente el nacimiento y muerte de su fundador como tributo a su legado.

(Tesis Doctoral, Universida Pontificia Saleciana, Roma, 2009), editado por Fondo Editorial de la Loteria del Táchira, San Cristóbal.

Fachada del Colegio Sagrado Corazón de Jesús fundado por Mons. Jáuregui, ubicado en La Grita, Estado Táchira.
Monumento a Jáuregui, ubicado en la plaza que lleva su nombre. La Grita, Estado Táchira, Venezuela.
Placa conmemorativa por las Bodas de Plata sacerdotales de Jesús Manuel Jáuregui. La Grita, Estado Táchira, Venezuela.