Jerónimo de Silva

Se casó Casado con Ana Cermeño, cuñada del conquistador Martín Pizarro; hermana del gonzalo-pizarrista Pedro Cermeño.

Vivió en Lima durante la conspiración almagrista que acabaría asesinando al gobernador Francisco Pizarro.

Pregonada la anulación, los vecinos determinaron consultar al Rey a través del virrey Antonio de Mendoza, entonces enfermo e indispuesto.

Las disposiciones sobre el servicio personal, la tasa y la retasa crearon un clima tal de inconformidad, que se planeó arrestar a los oidores durante las exequias del virrey Antonio de Mendoza (1552).

El virrey conde de Nieva (1561) aumentó sus indios encomendados con los de Huanchos, Totora, Chimata, Conde, Lipes, Sica-Sica, Yuayos y Magdalena antes pertenecientes al hatuncuraca Gonzalo Taulichusco.

En 1564 dirige al Rey una carta con sugerencias para el “buen gobierno” del Perú, por encargo y recomendación de su amigo el arzobispo dominico Jerónimo de Loayza.

Propone respetar y asimilar la tradición administrativa Inca, dando más potestades a los curacas y reduciéndoselas a los corregidores inhábiles, para quienes pide destierro; también solicita se nombre nuevo virrey.