Jóvenes hegelianos

Esta derecha hegeliana, formada sobre todo por teólogos protestantes y conservadores, opinaba fundamentalmente que la filosofía de Hegel era compatible con el Cristianismo.Así pues, para la derecha hegeliana se vivía en el mejor de los mundos posibles.La nómina de esta corriente estaba representada por Karl Daub, Carl Friedrich Göschel, Hermann Friedrich Wilhelm Hinrichs, Georg Andreas Gabler, Kasimir Conradi, Kuno Fisher, Daniel Schenkel, Johann Eduard Erdmann, Karl Ludwig Michelet (no confundir con el escritor francés), Ernst Theodor Echtermeyer, Johann Karl Friedrich Rosenkrantz (biógrafo de Hegel y al que algunos asignan el centro hegeliano) y, al principio, Bruno Bauer.Engels los llamaba burlescamente los "diádocos hegelianos", como si fueran los generales de Alejandro Magno que se repartieron su imperio helenístico.[2]​ La nómina de esta corriente estaba compuesta por David Friedrich Strauss, Arnold Ruge, Bruno Bauer, que se incorporará después, Ludwig Feuerbach, Moritz Hess, Max Stirner, Friedrich Engels y Karl Marx.Los jóvenes hegelianos no eran reconocidos por las universidades debido a sus visiones radicales de la religión y la sociedad.La misma, tal como lo dice McLelland, existía ya, pero de forma más bien latente.Hasta 1839 el horizonte crítico de los jóvenes hegelianos está dominado por discusiones extremadamente complejas y esotéricas sobre materias teológicas.El mensaje de los jóvenes hegelianos era que el Estado prusiano requería de un fundamento más adecuado a su misión histórica y ese fundamento no podía ser otro que la filosofía.Así, durante este primer período los jóvenes hegelianos no se ven en absoluto como opositores al régimen político existente sino como sus verdaderos defensores, que buscan fortalecerlo a través de reformas que lo harían más adecuado a sus altos propósitos.Los jóvenes hegelianos responderán radicalizando y ampliando su crítica contra el orden existente.Su liberalismo tiende a evolucionar hacia un democratismo donde las bases mismas de la monarquía son cuestionadas.Bauer y sus amigos de desventura ven así –ante la total indiferencia pública– cerradas las puertas de aquellas carreras que o ya habían iniciado, como Bauer, o que pronto deberían haber iniciado, como Marx.Ello desencadenará, durante 1844, una serie de violentos conflictos internos que terminarán destruyendo al hegelianismo joven ya sea como tendencia filosófica o como entidad política.El joven hegeliano que sin duda tendría una mayor importancia futura es Karl Marx.Así, como lo resume el mismo Marx, “si antes los dioses habían estado sobre la tierra ahora pasaron a ser su centro.”[7]​ El paso de Marx al hegelianismo lo lleva a trabar amistad con los jóvenes hegelianos de Berlín, que por entonces se reunían en el así llamado “Club de los Doctores”.[8]​ Tanto el ambiente ateo de los jóvenes hegelianos como la influencia decisiva de Bauer quedan bien reflejados cuando Marx en el prólogo a su disertación doctoral cita, como su lema, una versión trunca de la famosa frase que el dramaturgo ateniense Esquilo pone en boca del titán Prometeo: “En una palabra, odio a todos los dioses”.[9]​ Y Marx continúa en el mismo texto diciendo que la filosofía lanza “esta consigna contra todos los dioses del cielo y de la tierra que no reconocen la autoconciencia del hombre como la divinidad superior.La crítica que realiza de las instituciones existentes se hace desde el punto de vista del “Estado racional” y sus defectos fluyen del no tomar en consideración los ideales ya claramente establecidos en el campo filosófico.El radicalismo de la posición Marx en esos tiempos no debe, sin embargo, exagerarse.La crisis estalla en noviembre de 1842 llevando a la ruptura definitiva entre Marx y los jóvenes hegelianos berlineses también conocidos como Die Freien (“Los libres”).Éste había presentado su aporte bajo la forma de una crítica del cristianismo en 1841 que en 1842-43 se extiende la filosofía hegeliana misma.Para Feuerbach, la gran tarea emancipadora consiste en restablecer la verdadera relación entre el hombre y sus criaturas.Sin embargo, generalizaron su crítica para hacerla ampliamente aplicable a otros estados y religiones.De acuerdo con los jóvenes hegelianos, todas las leyes se asentaban en último término en dogmas religiosos.
La filosofía política de Hegel podía incluirse entre las liberales o conservadoras.
Karl Marx fue uno de aquellos a los cuales el hegelianismo influyó sobremanera.