La obra está basada en el mito del titán Prometeo (del griego antiguo Προμηθεύς: «Previsión»), que había engañado a los dioses haciendo que recibieran la peor parte de cualquier animal sacrificado y los seres humanos la mejor.
Asimismo, Prometeo poseía el conocimiento profético de la persona que un día derrocaría a Zeus, pero rechazaba divulgar esta información.
Fuerza y Violencia, junto con Hefesto, llevan preso a Prometeo para que este sea encadenado en una roca, en la región de Escitia.
Fuerza apremia a Hefesto para que cumpla la orden de Zeus y encadene al titán.
Ío había pedido a Prometeo que profetizase cuál será su futuro y este le dice que, tras atravesar la tierra de los escitas, llegará a la de los cálibes.
Allí, en el delta del Nilo, Ío será devuelta a su forma de mujer y Zeus engendrará en ella descendencia.
La tempestad anunciada por Zeus ya estaba dando inicios Varios textos afirman que la primera parte de esta obra formó en realidad parte de una trilogía atribuida a Esquilo: La Prometheia (Προμήθεια), compuesta por dos otras obras cuya línea argumental sucedería tras los acontecimientos ocurridos en Prometeo Encadenado.
Curiosamente, solo se conserva un mero fragmento de esta obra[2] en las Noctes Atticae del escritor romano Aulo Gelio.
La frase en cuestión sería: En silencio, donde hay necesidad; Y hablando al punto En la obra, Prometeo afirma que lleva encadenado durante más de treinta mil años.