La irreligión en Costa Rica refiere a los distintos grupos de ateos, agnósticos, librepensadores, humanistas seculares o creyentes sin afiliación religiosa que existen en el país.
Costa Rica ha tenido dos presidentes abiertamente agnósticos; Ricardo Jiménez Oreamuno y José Figueres Ferrer.
[6] Aunque el ser ateo en Costa Rica puede generar aún rechazo y enfrentar discriminación, esto ha disminuido gradualmente.
No obstante durante este período el ateísmo en general estaría asociado con los movimientos de izquierda, particularmente el Partido Comunista Costarricense liderado por Manuel Mora Valverde,[9] al punto de que, tras una alianza con la Iglesia y los líderes del socialcristiano calderonismo, el partido debió cambiarse el nombre a Vanguardia Popular para evitar suspicacias y el entonces arzobispo Víctor Manuel Sanabria Martínez debió emitir un comunicado diciendo que los cristianos podían votar por dicho partido sin conflicto.
En 2009 la Asociación Costarricense de Humanistas Seculares interpuso una denuncia ante el Tribunal Supremo de Elecciones contra el entonces arzobispo José Francisco Ulloa por haber hecho un llamado en una homilía contra el voto por candidatos que "nieguen a Dios",[3] a lo cual el Alto Tribunal determinó que en efecto dicha homilía estaba contraviniendo la Constitución[3] sentando un precedente.