Se enmarcaron en la defensa del gobierno cubano de un «internacionalismo proletario» y la crítica al imperialismo estadounidense.
[4][1] El gobierno cubano dio preferencia a la intervención militar directa en África Subsahariana, mientras que en América Latina priorizó una estrategia de promoción de organizaciones subversivas locales.
[1][2]En África, llegó a contar con 36 000 efectivos en 1985, principalmente en Angola (23 000) y Etiopía (12 000).
Las FAR oficialmente reconocen cinco intervenciones militares de Cuba: en Argelia, Siria, Congo, Angola y Etiopía.
Esta lista sólo incluye el envío de militares cubanos como fuerzas regulares reconocidas como beligerantes entre los Estados.