[1] Esto fue impulsado por sus ideologías marxistas compartidas y su resistencia a las políticas del gobierno federal de los Estados Unidos.
En 1970, el G2 había logrado capacitar a cientos de líderes guerrilleros sandinistas y tenía una fuerte influencia sobre la organización.
En 1969, el G2 había financiado y organizado una operación para liberar al líder sandinista encarcelado Carlos Fonseca de su prisión en Costa Rica.
Julián López Díaz, destacado agente del G2, fue nombrado embajador de Cuba en Nicaragua.
[5] Asesores militares cubanos y del G2, inicialmente contratados durante la insurgencia sandinista aumentaría a más de 2.500 y operaría con todos los niveles del nuevo gobierno de Nicaragua.