[1] Finalmente, la familia Somoza fue derrocada del poder por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) durante la revolución nicaragüense.
Aunque los Somoza no ocuparon la presidencia durante los cuarenta y tres años completos, continuaron gobernando a través de presidentes títeres y mediante su control de la Guardia Nacional.
[3][4] Mientras la familia Somoza avanzaba hacia la modernización de Nicaragua, su gobierno se caracterizó por la represión y la desigualdad.
[5] Surgieron diversos grupos de oposición y se hicieron evidentes dos enfoques clave para derrocar a la dictadura.
Además, como jefe de la Guardia Nacional, Somoza permitió que la Guardia Nacional participase en el saqueo de los establecimientos comerciales restantes, comprando tierras e industrias que figurarían lucrativamente en la reconstrucción.
En 1961 se organizó formalmente el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
[3][5][2] Además, la guerrilla negoció junto con ellos mismos la liberación y el transporte de catorce prisioneros del Frente a Cuba.
Esto provocó un creciente malestar con el gobierno de Somoza y un mayor apoyo a la oposición.
El Movimiento Popular Unido tenía un enfoque diferente para alcanzar una solución, promoviendo la guerra y la insurrección a nivel nacional como medio para derrocar la dictadura.
A finales de 1978, el fracaso del Frente Amplio de Oposición en lograr una solución negociada dio lugar a un fortalecimiento cada vez mayor del movimiento insurreccional.
[3] Estallaron intensos combates en toda Nicaragua y la ofensiva final del Frente se lanzó en mayo de 1979.
Estos esfuerzos hicieron que la Guardia Nacional perdiera el control sobre muchas áreas del país.