Insurgencia en el nordeste de Paraguay

Apoyados por: Brasil Brasil Argentina Estados Unidos Colombia EPP Partido Patria Libre (extinto) ACA(2014-2016)(2017-presente) Ejército del Mariscal López (EML) (2017-presente) Grupos narcotráficantes paraguayos: Clan Rotela Clan Ledesma[13]​ Clan Zacarías Clan Insfrán Clan Barakat Justicieros de la Frontera Grupos de bandidos armados: Piratas del asfalto[14]​ ACA: 50-100 combatientes La insurgencia en Paraguay es un conflicto armado de baja escala que consiste principalmente en escaramuzas de las fuerzas armadas y la policía nacional contra grupos de guerrilleros y muy recientemente con organizaciones paramilitares del crimen organizado narcotraficantes.

Su esposo, el empresario Antonio Debenardi, pagó un millón de dólares por su liberación.

[18]​ Después de que el PPL fuera desmantelado por las fuerzas de seguridad en 2005, varios miembros decidieron formar un nuevo grupo con el que continuar la lucha armada,[19]​ adoptando su nombre actual en 2008.

[22]​ Según los informes, la mayoría de los miembros del EPP pertenecían a ocho familias.

[16]​ Según Galeano Perrone, analista político y exministro, la guerrilla "goza de cierta popularidad en las regiones pobres abandonadas por el Estado, y los miembros del PPE suelen ser vistos como Robin Hoods, redistribuyendo la riqueza".

Fuentes policiales dijeron que los efectivos fueron emboscados cuando intentaban establecer las tratativas de desalojo, sospechándose que miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo estaban infiltrados entre los campesinos.

Un comunicado del EPP negó cualquier participación en el narcotráfico, acusando al gobierno de propaganda.

[26]​ Se formó una facción disidente adicional del EPP llamada Ejército de Mariscal López (EML), algunos de los miembros del grupo reconstituyeron más tarde la nueva ACA en 2017.

[26]​[27]​ En 2015, el excompañero de los fundadores del EPP y exdiputado "Cristóbal Olazar" criticó al gobierno paraguayo por utilizar al EPP como un recurso y por no intentar honestamente acabar con su existencia.

Argumenta que el gobierno usa su existencia como excusa para ampliar los recursos gubernamentales y funcionarios corruptos participan en el narcotráfico del EPP, mientras tal grupo se sigue fortaleciendo en el norte del país.

Las autoridades han asumido que los ladrones procedían y regresaron a Brasil, donde se encontró una aparente casa de operaciones al otro lado de la frontera en Foz do Iguaçu .

La policía paraguaya sospecha que el Primer Comando Capital (PCC), una banda criminal brasileña, puede estar detrás del robo.

2019, se convertiría en el año clave del conflicto narco en el país, ese mismo año, ocurrirían varios motines en cárceles paraguayas que se saldó con diez muertos y varios heridos, principalmente se hicieron notar las amenazas entre los miembros de las bandas del Clan Rotela y el Primer Comando Capital.

Así también, se revela que presos del Comando Vermelho participaron en los motines.

El cual convierte a estas bandas en un peligro mayor que las propias guerrillas en el norte.

[53]​ El 8 de septiembre, Reinaldo Cabañas, alias "Cucho", fue puesto en prisión domiciliaria tras estar preso 5 años en una penitenciaria.

El problema es que la solución de las tierras malhabidas seguiría sin resolverse hasta el presente.

Actualmente los desalojos se siguen realizando, algunos incluso llegando a episodios de violencia armada.

Indirectamente se teoriza que los miles de afectados que dejan los desalojos, así como las comunidades que aun resisten a tales prácticas, se organizan en distintos movimientos armados, relacionados con la creciente violencia armada en todo el norte de la región oriental del Paraguay, algunos uniéndose a las guerrillas y otros a los narcotraficantes, participando en ataques armados, propaganda y amenazas a empresas de dichas tierras, disuadiendo a policías y militares de participar en desalojos en esfuerzo de evitar muertes innecesarias.

Mientras, el gobierno paraguayo admitió que no se puede contar con la ayuda del régimen de Nicolás Maduro.

Durante ese mismo período el grupo perpetró 28 secuestros extorsionadores y un total de 85 "actos violentos".