Historieta fantástica

La fantasía asoma en otros muchos géneros falso y, en su concepción más amplia, puede abarcar la historieta de ciencia ficción y la de terror, pero es más habitual concederles una entidad diferente.

En términos generales, puede afimarse que el cómic es un medio especialmente propicio para el género fantástico, dado que la "absoluta libertad del lápiz ante la página en blanco da al artista la capacidad de proponer el más delirante de los mundos posibles con el único límite de su imaginación".

Los argentinos Héctor G. Oesterheld y Alberto Breccia crearon juntos Mort Cinder (1962).

[3]​ Este personaje, creado en 1932, fue adaptado por Marvel Comics, de mano del guionista Roy Thomas y el dibujante Barry Windsor-Smith, al que más tarde sustituirían John Buscema, Toni de Zúñiga o Ernie Chan.

En un mismo tono juvenil, guionistas como Yvan Delporte y el dibujante Will producirán la serie Isabel desde 1972.

En Francia, el grupo Humanoides Asociados (1974) presentó una alternativa a la fantasía heroica estadounidense, destacando sobre todo Moebius, quien publicó al año siguiente Arzach en Métal Hurlant.

Percevan (1981) de Jean Léturgie/Philippe Luguy se desarrolla en un mundo medieval donde la magia y los seres fantásticos son habituales.

Para luchar, los Santos solo utilizan su energía interior (denominada cosmos), sus puños y armaduras que les sirven de protección y que además están inspiradas en constelaciones o seres de la mitología griega.

La mazmorra (1998) creada por Lewis Trondheim/Joann Sfar narra las aventuras de unos animales antropomórficos en un mundo llamado Terra Amata.

Página de Little Nemo in Slumberland (1905-1913).