[1] Su tierra, relativamente fértil, y su clima húmedo permitieron el desarrollo de una población estable.
[2] Hacia el año 5000 a. C., en las montañas del norte de Yemen ya existían asentamientos relativamente grandes para su época.
[5] Hacia el siglo VIII a. C. los sabeos, para mejorar sus regadíos, construyeron una represa,[6] de la que aún existen vestigios.
Parece ser que estuvo en funcionamiento hasta el año 57 d. C., es decir, durante más de un milenio.
En Marib todavía pueden verse los restos de un gran templo, que permaneció en pie durante casi catorce siglos.
[11][12] La capital del nuevo reino fue trasladada en el siglo V a Dhafar (ahora un pequeño pueblo, en la región de Ibb).
Dhu Nuwas, Rey de Himyar, adoptó el judaísmo como religión del estado, y persiguió a los cristianos, lo que ocasionó una guerra con el cristiano reino de Aksum, en la actual Etiopía.
[15] Tras la conversión del gobernador persa, Badhan, muchos de los jeques y sus tribus abrazaron también el islam.
Durante el siglo VIII, gobernando en Bagdad la dinastía abásida, comienzan a aparecer en Yemen pequeños estados independientes de facto.
En la zona costera comienza en el año 819 el dominio de la dinastía zayidita o zayidí, de obediencia chiita, fundada por Yayha ben Yahya ben Qasim ar-Rassi, la cual estableció una estructura política teocrática que, con diferentes vicisitudes, ha durado hasta nuestros días.
[16] En 1021 los zayiditas fueron reemplazados por otra dinastía local, los banu nagagh (o nayajidas);[17] derrotados por los sulayhidas en 1060;[18] quienes en 1159 fueron a su vez sustituidos por los mahditas.
Los califas sunníes de Egipto ocuparon gran parte del norte de Yemen durante el siglo XI, pero el poder local fue ejercido por dinastías yemeníes, como los zayiditas, los banu nagagh, y los banu sulayh.
[22] A finales del siglo XV hacen su aparición los portugueses, que envían varias expediciones para anexarse el estrecho de Bab-el-Mandeb y hacerse así con el control del tráfico de especias.
En 1904 se restablece la dinastía zaydita, en la persona del imán Yahya Ibn al-Husayn,[28] pero bajo control turco.
La intención de Yahya Ibn al-Husayn era convertir la monarquía, que hasta entonces había sido electiva, en hereditaria, imponiendo como su sucesor a su hijo Ahmad.
Sin embargo, se suceden las revueltas antibritánicas, dirigidas por dos grupos nacionalistas rivales, el Frente de Liberación del Yemen del Sur Ocupado, y el Frente de Liberación Nacional.
Los enfrentamientos fueron haciéndose progresivamente más duros con numerosas víctimas en combates y ataques terroristas.
En 1979 se produce otra breve guerra por tensiones fronterizas, resuelta tras la intermediación de la Liga Árabe.
En desacuerdo con los resultados, el vicepresidente y hombre fuerte de Yemen del Sur, Ali Salem al-Baid, amenazó con una nueva secesión del Sur, lo que produjo una breve guerra civil (mayo-julio 1994), que terminó con la victoria de las fuerzas leales a Saleh, quien en 1999 resultó elegido presidente con el 96,2% de los votos.
Los rebeldes afirmaron que se levantaban "para defender a su comunidad contra la discriminación" y la agresión del gobierno.
[40] En 2005, al menos 36 personas murieron en enfrentamientos entre la policía y manifestantes contra el alza del precio de la gasolina.
En enero de 2009, la organización terrorista anunció la conformación del grupo Al Qaeda en la península arábiga, con sede en las zonas que controla en Yemen.
Sin embargo, a finales de año, Yemen afirmó que 3000 soldados habían muerto en nuevos enfrentamientos.
Inicialmente ocurrieron manifestaciones para protestar contra el desempleo, las condiciones económicas y la corrupción, así como en contra de las propuestas del gobierno para modificar la constitución para que el hijo de Saleh podría heredar la presidencia.
En mayo, decenas de personas murieron en enfrentamientos entre las tropas y los combatientes tribales en Saná.
También al-Qaeda ejecutó atentado suicida que mató a 96 soldados en Saná tres meses después.