Fue el hijo primogénito de Yahya Ibn al-Husayn;[1] su nombre completo y títulos eran S.M.
Ahmad, como se consideraba, era un déspota, y su foco principal era en la modernización de los militares.
En política internacional, Ahmad forjó muchas relaciones con regímenes comunistas, incluyendo la Unión Soviética y China.
También se unió a la unión entre Egipto y Siria, pero esto sólo duraría 3 años.
En su país, trabajó para la creación de un mayor Yemen, que habría implicado la anexión del protectorado británico de Adén.