Su obra más importante es la Scienza nuova (Ciencia Nueva), la cual tiene como objetivo realizar una organización sistemática de las humanidades como una única ciencia que registre y explique los ciclos históricos por los cuáles las sociedades surgen y decaen.La gran originalidad de su pensamiento ha sido valorada en el siglo XX, a merced de Benedetto Croce, Isaiah Berlin, Harold Bloom, Ángel Faretta, Vicente Risco,[2]Hayden White, María Zambrano, Leonardo Castellani[3] y Jorge Luis Borges.Tuvo un breve intermedio en sus estudios en el que estudió por un año las Disputaciones metafísicas de Francisco Suárez.[4] Había aspirado a una cátedra de jurisprudencia, más prestigiosa, pero se debió limitar a la docencia de retórica, que suponía estipendios más reducidos y que Vico complementó durante años ofreciendo lecciones particulares.Se propuso formular los principios del método histórico, basándolos en tres premisas: Sus tesis sobre la distinta evolución de los periodos históricos influyó más adelante en las obras de Montesquieu, Auguste Comte y Karl Marx.Su enfoque, según el cual el ser humano puede conocer, en propiedad, lo que es producto de su hacer, lo lleva a sostener que la Naturaleza, obra divina, puede ser pensada, pero no «entendida».La vida humana quiere perdurar y persigue un continuo renacimiento de los pueblos.En Comte, con la maduración de la humanidad, hasta la llegada al estadio positivo.