Garantismo
[2] En esta segunda acepción, permite identificar las antinomias del derecho, apuntando a su crítica.[3] Finalmente, el garantismo es una filosofía política que impone el deber de justificación ético-política (también llamada externa) al Estado y al derecho, y la justificación legal (también llamada interna) no es suficiente.[2] Al enunciar el principio de soberanía popular, Rousseau declaró que «equivale a una garantía negativa, es decir, a la prohibición para cualquiera de usurparla: significa que, puesto que pertenece a todo el pueblo, no pertenece a nadie más, y ninguna persona o grupo de personas —monarca o parlamento, presidente elegido por el pueblo o asamblea representativa— puede apropiarse de ella».Los principios fundamentales del garantismo judicial consisten en: El juicio penal que contempla todas las instituciones garantistas constituye el llamado «juicio justo» (en inglés fair trial o debido proceso legal).Por tanto, se plantea la cuestión de garantismo para todos y no en un solo sentido.