Fernando Calderón López

La pródiga exhibición de sus obras, en muestras individuales y colectivas, le llevó por ciudades como San Sebastián, Málaga, Nueva York, México DF, Londres, Río de Janeiro, París, Lieja, etc. Desde sus inicios fue reconocido internacionalmente como pintor mural, siendo los murales de iglesia Panteón de los Duques de Alba en Loeches (Madrid), la obra que más fama le dio y que comenzó con veinticinco años, por encargo del duque de Alba y al fallecer este, su hija y duquesa Cayetana siguió confiando en él para acabar la obra manteniendo durante toda la vida una gran amistad.

En 1970, fue nombrado miembro de la Academia Brasileña de las Bellas Artes, junto con el pintor francés Bernard Buffet (París, 1928-1999) y el escultor británico Henry Moore (Castelford, 1898-Hadham, 1986), ocupando la silla Velázquez.

Como queda dicho la obra que le abrió a la fama fueron los murales del Panteón de los Duques de Alba en Loeches, que comienza en 1953 los diversos bocetos, empieza la obra en 1958 y acaba 1962.

Además hay dos murales con sus altares a la izquierda (1962) y derecha (1959) de 21 m² (3x7 m.) cada uno.

Retrató, entre otros, a Pío XII, Juan Carlos I, duque de Alba, Agustín Muñoz Grandes, José Gutiérrez Solana, quien dijo de él Este cabrón, como Goya de un trazo hace una pierna; Pancho Cossío, José Hierro, Pío Baroja, Bette Davis, a sus padres, a sus hermanos Ramón y Juan Carlos, al pobre Chus, Manolo el albañil, Cioli...