Relación entre fe y razón

Mientras que la razón es fundamento en la evidencia, lo cual aproxima el objeto de fe a la idea del mito.Según Juan Pablo II, cada una tiene su propio ámbito de realización,[1]​ tal y como insinúa en su encíclica Fides et ratio (1998): «la fe y la razón (fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad».Hablando en términos generales, hay tres categorías de perspectivas respecto a la relación entre fe y razón.La fe, por el contrario, no descansa en pruebas lógicas o en la evidencia, sino en la autoridad de Dios.René Descartes, por ejemplo, argumentó algo parecido en "Meditaciones sobre la Primera Filosofía", en las cuales él razonó que todas las percepciones humanas podrían ser una ilusión elaborada por un demonio perverso.Plantinga argumenta que la creencia en Dios no necesita llegar a través de la evidencia y el argumento, sino que puede ser una creencia natural e intuitiva "propiamente básica" fundada en tal experiencia.Cuando la verdad es determinada por fe, dogma, "experiencia intuitiva", "contemplación mística de lo sobrenatural" o "vista", más que por la razón o el análisis de los hechos, no hay criterio objetivo para determinar que una declaración sea cierta.Hacerse ilusiones y mantenerlas como inclinaciones cognitivas resulta en ideas arbitrarias, que siendo aceptadas por verdaderas o falsas no son silogismos válidos.Los críticos de la fe vista como racional afirman que los argumentos semánticos constituyen una defensa especial, una falacia lógica.Una refutación común al ataque epistomológico sobre la base de la racionalidad, es que si cuando completamente aplicada hace posible considerar cualquiera creencia arbitraria como racional, uno puede sostener que la creencia en el Unicornio Rosado Invisible es muy básica usando el mismo razonamiento.Los críticos responden a esta línea de razonamiento que aunque podemos estar "naturalmente inclinados" hacia la fe (creencia), de esto no se sigue que la fe es básicamente fundamental y, en consecuencia, racional.O una especie hipotética con la inteligencia equivalente a un niño de 6 años por citar otro ejemplo ilustrativo.De esto el religioso deduce que el hombre tampoco tiene la autoridad para tildar de "racional" o "irracional" algo sin miedo a equivocarse, porque todo es relativo a su conocimiento e intelecto limitado e imperfecto.Los hombres de ciencia creen, sin embargo, que si esas hipotéticas comunidades llegasen a conocimientos superiores obtendrían las mismas conclusiones, o muy parecidas.Para el religioso decir: "Esto es aparentemente irracional en relación al conocimiento y coeficiente intelectual humano" sería una expresión más realista.Aunque no se puede determinar si la razón en su máxima magnitud y libre de error pueda explicar todo el universo de lo que existe y menos aún la razón con limitaciones humanas.Tal planteamiento habría redundado, en opinión del papa católico Juan Pablo II, en un empobrecimiento de la reflexión humana.[3]​ Por eso "la razón" es algo muy bueno pero de ahí a ser la máxima cualidad posible en el Universo es una afirmación aventurada.