Facturas
Facturas es el nombre genérico con el cual se denomina en Argentina a la variedad de masas y piezas de confitería introducidas por la gran inmigración europea que recibió dicho país, y que con el tiempo fueron adaptadas al gusto local.En tanto, la factura más famosa del país, la croissant, fue rebautizada con la traducción literal de su antiguo nombre en alemán Halbmond, es decir, "medialuna".Como parte de sus acciones, los integrantes del sindicato renombraron sus pasteles con apodos que ofendían al gobierno, a los militares y a la Iglesia, instituciones que según los anarquistas coartaban la libertad individual.Son las facturas que tienen relleno de membrillo, su nombre es una crítica a la Iglesia Católica.Aunque en Europa muchas de estas especialidades son elaboradas en fechas festivas específicas (Navidad, fiestas patronales, etc.), en Argentina se consumen durante todo el año, sin distinción ni estructura.Así, las facturas están consideradas elaboraciones básicas y típicas que todas las panaderías del país ofrecen durante todo el año, no concibiéndose, por tanto, que una panadería no sea, en simultáneo, una confitería.Suelen consumirse con el desayuno o la merienda (por ejemplo, café con leche con medialunas —cruasanes—), y son un acompañamiento muy común para el mate.Las panaderías argentinas exhiben las facturas en un lugar privilegiado y separado de los otros panificados.Por la misma razón, las confiterías las entregan sobre bandejas envueltas en papel, ya que no pueden superponerse.El carácter excepcional de estos pequeños bocados está reflejado en las propias características que poseen las "masas de confitería", cuya muy pequeña masa no está pensada tanto para saciarse como para deleitarse con la crema o lo que traigan encima.Tradicionalmente, las visitas entre amigos o familiares se daban en horarios de tarde en Argentina, y durante muchas décadas ha sido de buen ver que tanto la visita se presentase en la casa del anfitrión con 1 kg o 1/2 kg de las típicas "masas de confitería", como que el anfitrión las recibiese con gratitud expresando que tal gesto no era necesario, y abriera el paquete para compartirlas durante el té con la propia visita.Luego también existen nombres genéricos más regionales como Teilchen (especialmente en la zona de Renania), Kaffeestückchen ("porcioncitas para el café"), entre otros.Desde entonces, estas piezas son genéricamente conocidas en Francia como viennoiserie (literalmente: cosas de Viena).Una de las variantes desarrolladas en Francia tuvo lugar durante la época del Imperio colonial francés en Argelia.El tipo de pastel es el que habían llevado los vieneses a Francia, la crema pastelera es de uso extendido en ese país europeo y, a su vez, los damascos que contiene la versión oranais se cultivan masivamente en Argelia.Dicha receta hoy también es extensamente elaborada en Argentina, a menudo utilizando trozos de duraznos en almíbar.