Evolución teísta

Según el cristianismo, Dios, en su bondad, nos ha proporcionado las capacidades adecuadas para que podamos comprender la naturaleza y regir sobre ella.

Los teístas afirman que en toda la creación del Cosmos y procesos evolutivos, estuvo presente el cálculo de Dios.

A diferencia del creacionismo antievolución, la evolución teísta no intenta interferir en el desarrollo de las ciencias naturales.

Así, además del rechazo propio de los grupos religiosos más fundamentalistas y partidarios del creacionismo antievolutivo, la evolución teísta enfrenta solamente las críticas no religiosas provenientes de grupos intelectuales ateos y escépticos, donde se puede mencionar a científicos como Richard Dawkins y el filósofo americano Daniel Dennett, que piensan que el evolucionismo teísta es tan solo un «intento desesperado» final por justificar la existencia del teísmo.

Aceptar esta teoría puede parecer para algunos como algo "peligroso" para un creyente, puesto que algunas corrientes cristianas tienden a interpretar la Biblia de manera literal (fundamentalistas); sin embargo, es bien sabido que en la antigüedad se expresaban con simbolismos y en sentido figurado para poner énfasis en algunos aspectos principalmente en lo referente a la cosmología y cosmogonía.

La Biblia es considerada por los cristianos como la «Palabra de Dios» y aseguran que, debido a su naturaleza sagrada, contiene la verdad definitiva.

En ese caso no elegimos hacerlo «a mano», sino creando un programa informático que actúe como generador, siendo el resultado el mismo.