Evangelio de Marcos

El texto del Evangelio de Marcos no proporciona ninguna indicación explícita sobre su autoría.

[6]​Esta atribución ha sido disputada posteriormente por numerosos estudiosos basándose en la crítica textual, si bien algunos autores contemporáneos la consideran plausible.

[14]​[15]​ En contraste, las versiones arameas, como el Targum, se centraban en mantener la fidelidad al texto hebreo original y a las expresiones idiomáticas propias del arameo.

[16]​[17]​ Además, en Marcos 7:32, Jesús cura a un hombre sordo que tiene dificultad para hablar.

El término griego utilizado es “μογιλάλος” (mogilalos),[18]​ que significa hablar con dificultad, ser tartamudo o mudo.

A. Cole señala, sin embargo, que en la Peshitta se utiliza el término "ḥaršā" (ܚܪܫܐ) para "sordo" y "ilmā" (ܐܠܡܐ) para "mudo."

Esto sugiere que el texto podría haberse basado, al menos en parte, en fuentes arameas orales o escritas.

[21]​ A continuación, se mencionan algunos ejemplos: La presencia de estos giros arameos o hebreos podrían explicarse por tres razones principales: 1.

Esto es común en textos antiguos donde se busca mantener la integridad de las fuentes originales.

[39]​ [40]​En cuanto a la teología, afirman que podría haberse visto influenciada por diversas corrientes del pensamiento cristiano primitivo sin excluir su relación con Pedro.

Cabe señalar que las cifras pueden variar ligeramente dependiendo de la versión del manuscrito utilizado y la metodología aplicada para identificar los paralelos entre los evangelios.

Además, Weisse estableció la teoría de que existía una fuente común a Mateo y Lucas.

Autores como L. Burton Mack y Udo Schnelle han estudiado las posibles relaciones entre el Evangelio de Marcos y la fuente Q, contribuyendo significativamente a la comprensión de los evangelios sinópticos.

No existen indicios claros acerca del lugar donde fue compuesto el Evangelio denominado "de Marcos".

Desde la época de Clemente de Alejandría a finales del siglo II se sostuvo que este evangelio fue escrito en Roma, basándose en los latinismos que aparecen en el texto, como denarius o legión.

[45]​ Sin embargo, la hipótesis del origen romano del Evangelio de Marcos fue cuestionada por autores como Reginald Fuller (A Critical Introduction to the New Testament), dado que los latinismos presentes en el evangelio marcano suelen ser términos relacionados con la vida militar, por lo que eran muy probablemente palabras conocidas en todas las regiones del Imperio Romano en las que existían guarniciones militares.

Los eruditos que consideran que ya se había producido basan su opinión sobre todo en el análisis de Marcos 13, capítulo conocido como "Apocalipsis Sinóptico" o "Pequeño Apocalipsis de Marcos", y en algunos otros fragmentos.

[49]​ [50]​ Sin embargo, la crítica no fue unánime: el académico alemán Carsten Peter Thiede, reconocido por sus investigaciones de los rollos del Mar Muerto, respaldó la interpretación de O'Callaghan en su libro The Earliest Gospel Manuscript?

[2]​ Ireneo de Lyon, en el siglo II, citaba estos versículos[55]​como parte del Evangelio de Marcos (Contra las herejías Libro III, Capítulo 10, 6),[cita requerida] mientras que Orígenes, en el siglo III, no mencionaba este final y prefería los otros tres evangelios canónicos.

Algunos estudiosos realzan por el contrario el hecho de que este texto ha sido aceptado por la tradición cristiana dado que está presente en las versiones y ediciones más importantes del Nuevo Testamento, como la Vulgata Latina, las protestantes Biblia Reina-Valera y Biblia del Rey Jacobo y la católica Biblia de Jerusalén.

Comienzo del Evangelio de Marcos en el Libro de Durrow