Etsi Nos

La ley de garantías (1871), que establecía la inviolabilidad del Papa, el derecho a recibir embajadores, y un régimen de exterritorialidad, no fue considerado suficiente por el pontífice en cuanto podía ser anulado unilateralmente por el parlamento italiano.[2]​ Estas circunstancias marcaron la actitud del gobierno italiano hacia la Iglesia, a cuyas consecuencias quiere hacer frente en esta encíclica, que ya en su encabezamiento anuncia su finalidad:Esta secta, al tiempo que se presenta como preocupada por la familia, en realidad quiere eliminar en ella todo rastro de cristianismo, cuando es precisamente ese carácter el que más beneficios produjo a la nación italiana.En la encíclica no se deja de dar respuesta a las acusaciones de que el romano pontífice es contrario a la felicidad y grandeza del nombre italiano, por ese recuerda cómo en los momentos de mayor peligro para Italia ha sido la Iglesia la que ha hecho frente a esas situaciones[b]​ Sin embargo, es el modo en que la masonería entiende la libertad, lo que traería la ruina sobre la nación La segunda parte de la encíclica supone una exhortación al episcopado italiano para que ponga los medios para defender la fe cristiana, para esto deben alentar a todos los fieles para que cumplan con presteza y constancia los deberes propios de los cristianos.Es importante que se difunda la buena prensa, y ante los ataques a la fe que suponen tantos escritos, advertir a todos de la necesidad de discernir prudentemente las lecturas.