Licet multa
Por esto la Constitución aprobada en 1931 fue bien recibida por los sectores católicos-liberales y dio lugar a un periodo de acuerdo entre católicos y liberales, aunque esta concordia se rompió en 1947, con el acceso al poder de los liberales 1847 que reprochaban a los católicos que su adhesión a la constitución era solo táctica[1].[1] Una locución de León XIII en marzo de 1879, debería haber puesto fin a esta disputa[b]: Sin embargo, tal como recoge la encíclica, esa tensión entre los católicos no desapareció, y el papa, a través de ella, expone los criterios por los que, aún considerando que esta no es la solución ideal, debe aceptarse el marco que proporciona la Constitución belga para la actuación de los católicos.Los católicos belgas habían manifestado durante todo este tiempo la unidad con Roma, la universidad de Lovaina había defendido la infalibilidad papal, y el cardenal Deschamps[a], primer destinatario de la encíclica, así la votó en el Concilio Vaticano[3].Por otra parte, la llegada a los liberales al poder en 1878, llevó consigo el establecimiento de una enseñanza primaria neutra en todos los ayuntamientos[4], pero los católicos lograron crear un amplia red de escuelas libres, con formación católica; además la llamada a la unidad esta encíclica tuvo sus frutos, y los católicos unidos en las elecciones consiguieron la mayoría en 1884, sin perderla hasta 1919.En este sentido el papa manifiesta su deseo de que la sociedad se ordene según la ética cristiana, y que ella informe las instituciones civiles; recuerda que así lo ha aclarado desde el comienzo de su pontificado[c], y después en la encíclicas escritas contra los errores del socialismo[d] y sobre el poder políitco.