Estación del Norte (Madrid)

Durante la Guerra Civil la cercanía del frente bélico la dejó aislada en Madrid, recibiendo numerosos impactos de artillería, por lo que fue reconstruida tras la contienda.La nueva línea pretendía proporcionar carbón del norte para el incipiente desarrollo industrial de la capital, así como otros alimentos frescos.Así el primitivo embarcadero abrió sus puertas en junio de 1861,[4]​ aunque con una línea que sólo llegaba hasta El Escorial.Por otro lado, la apertura de toda la línea posibilitó y obligó a la compañía la construcción de una estación definitiva, cuyo proyecto sería encargado a los ingenieros franceses Biarez, Grasset y Ouliac.Este primer edificio es el que hoy en día se puede ver en el paseo de la Florida.Esta segunda fase es el edificio que se observa en la Cuesta de San Vicente flanqueado por dos torreones.Durante estos años la estación se convertiría en la segunda terminal de la ciudad tras Atocha.Con ello, la vieja estación quedaba desplazada del eje fundamental que ahora pasaban a formar Atocha y Chamartín con el túnel que las unía, y ya en 1976 todos los servicios habían sido trasladados salvo los trenes de Cercanías.En 1979 las instalaciones recuperaron parte de su actividad al acoger los trenes (Talgos III y expresos) que se dirigían hacia Galicia.La estación del Norte mantuvo los tráficos ferroviarios con destino a Galicia durante algunos años.
Vista de la primitiva estación del Norte en 1874 antes de su reforma, con la montaña del Príncipe Pío en segundo plano.
Vista de la estación en un grabado de 1885 aparecido en La Ilustración Española y Americana .
Heinrich Himmler en la estación del Norte, durante su visita a España.
Imagen del interior de la estación y los andenes, en 1959.